Los fondos de capital privado exploran nuevas fórmulas para sus días de vino y rosas
Titulización de capital riesgo, fondos de minorías estructuradas, nuevas marcas o extensión de periodos de inversión, las nuevas claves.
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Los fondos de capital privado viven sus días de vino y rosas. Si hace unos años, cuando los tipos de interés se anclaron en terreno negativo, se decía aquello de “there is no alternative” (TINA) para animar a los inversores a asumir riesgos y que inviertan en bolsa, hoy el famoso acrónimo de TINA bien podría referirse a los activos no cotizados.
La gran corrección que el mercado de acciones, bonos y criptodivisas está viviendo este año, sumado a una sangrante inflación y un entorno de tipos que, aunque en Estados Unidos y Reino Unido ya han empezado a subir, en Europa sigue por los suelos, están empujando a los inversores a buscar la rentabilidad en los fondos de capital privado.
Se trata de unos vehículos que además suelen estar descorrelacionados con el mercado tradicional. Estos productos pueden invertir en activos tan diversos como infraestructuras, energías renovables, start-ups, préstamos directos o inmobiliario.
Conscientes las gestoras de la gran oportunidad que tienen para agrandar el nicho de mercado de los activos alternativos entre los inversores, están explorando nuevas fórmulas y formatos para hacer sus fondos de inversión más comprensibles y atrayentes entre el gran público.
Una de ellas es Portobello Capital, que ha cerrado su Portobello Structured Partnerships Fund I, el primero en su categoría levantado en España, al alcanzar los 250 millones de euros marcados como objetivo. El fondo invertirá en posiciones minoritarias de entre siete y nueve compañías del segmento mid-market situadas fundamentalmente en España, Italia y Portugal.
Este vehículo de inversión está destinado a la adquisición de participaciones minoritarias relevantes en compañías, asociándose con empresarios que operan en sectores empresariales de crecimiento, a los que se aporta capital flexible.
La idea surgió porque en sus fondos más históricos encontraban más restricciones para entrar en los accionariados por debajo del 50%. Con esta fórmula, podrían recogerse todas aquellas oportunidades donde lo ideal fuera hacerse con menos de la mitad del capital social.
Por ahora, Portobello ya ha realizado dos compras con este fondo: AGQ Labs, grupo de laboratorios líder en análisis certificados y ensayos avanzados para alimentación, agricultura y medio ambiente, y Condis Supermercats, cadena de supermercados de proximidad con más de 600 establecimientos.
Más reciente es la decisión de Inveready de titulizar por primera vez un fondo de capital riesgo. La firma ha titulizado el fondo de bonos convertibles de compañías cotizadas en mercados alternativos, Inveready Convertible Finance I.
La operación es pionera en Europa, diferenciándose de operaciones de secundario realizadas en el mercado al no vender la cartera de participadas, sino que se tituliza los flujos futuros de crédito esperados.
Esto supone “poner en valor el componente deuda del fondo sin renunciar a las plusvalías latentes y su potencial incremento”, explica la firma. En otras palabras, consiste en la cesión de los derechos de crédito, que no la propiedad, “monetizando el componente deuda y eliminando por completo el riesgo de la inversión y, a la vez, reteniendo el valor del componente capital, verdadera fuente de rentabilidad”.
Extensión de plazos
La operación permite realizar una única distribución equivalente al 105% del importe invertido por los inversores, asegurando así una TIR mínima del 9%. Ha causado tanta fascinación en el sector, que Inveready abre la puerta a repetir la estrategia en la segunda añada Inveready Convertible Finance II, de 100 millones de euros.
Por su parte, el banco de inversión liderado por Emilio Botín O’Shea, Miraltabank (el antiguo Rentamarkets), ha prorrogado por un año adicional, hasta el 3 de mayo de 2023, el periodo de inversión de su fondo de inversión libre Rentamarkets Pulsar.
Se lanzó a principios de 2021 con el objetivo de levantar 100 millones de euros que sirvieran para financiar a pymes españolas mediante la operativa de venta y arrendamiento (sale & lease-back) sobre maquinaria industrial.
Según un portavoz del grupo, se debe a que siguen montando la cartera y quieren no precipitarse en su búsqueda de oportunidades de inversión. Aunque el fondo trabaja con deuda, su funcionamiento es típico del capital privado.
Nuevas marcas
Pero no solo importa el contenido de los fondos, también la forma. Y el marketing es igualmente relevante en este renovado impulso de los activos no cotizados. Por ejemplo, Think Bigger Capital, la gestora de venture capital más activa del sur de Europa en 2021 por número de operaciones, ha decidido cambiar su nombre y pasar a llamarse Demium Capital.
La decisión responde a una estrategia de posicionamiento del grupo Demium, del que es filial, con el fin de “mantener una identificación de marca” entre su incubadora de start-ups, nacida en 2013, y su gestora de capital riesgo, creada en 2020 para invertir en aquellas con mayor potencial de impacto y escalabilidad.
La gestora, especializada en fases presemilla y semilla de cualquier sector de innovación, incluye en sus previsiones de negocio la creación de nuevos fondos para invertir en start-ups en fase más avanzada (series A) y en nuevas oportunidades de negocio que refuercen los activos actuales.
El segmento más clásico
Todo ello sin olvidar al segmento más clásico del capital privado o los fondos alternativos de activos que sí cotizan en bolsa, que encarnan las grandes gestoras internacionales. En este sentido, Paul Flood, gestor de carteras en Newton (filial de BNY Mellon IM), reconoce que la estrategia de rentas de multiactivos se está apoyando cada vez más en los activos alternativos que en los bonos como fuente de rentas futuras.
En este volátil entorno en el que la inversión en bonos resulta menos interesante, el gestor de Newton se decanta por los activos alternativos -principalmente, las energías renovables (baterías de almacenamiento), la financiación de activos (leasing de aviones y barcos) y la música en streaming- por su potencial para generar rentabilidad.
Un hilo conductor que casi toda la industria ha intentado explotar son las infraestructuras. Prueba de ello es que Allianz Global Investors ya ha anunciado el primer cierre del fondo Allianz Global Diversified Infrastructure Equity II, gestionado por Allianz Capital Partners. El fondo se lanzó a finales de 2021 y desde entonces ha alcanzado 550 millones de euros en compromisos de inversión de clientes institucionales en Europa.
Su foco son temas de inversión clave, como la transformación digital, la transición energética, la movilidad sostenible y la economía circular.