Leopoldo del Pino, Antonio Hernández Callejas, José Masaveu y Sandra Ortega.
Del Pino, March, la familia Hernández (Ebro), Masaveu o los Urquijo mantienen sus sicavs al privilegiado 1%
Sin embargo, Sandra Ortega ha liquidado sus dos sicavs, por lo que pasará a tributar al tipo general de Sociedades del 25%.
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Como era de esperar, casi todas las grandes sicavs se han decantado por mantener su formato actual y seguir pagando un 1% en el Impuesto de Sociedades al considerar que cumplen (o podrán cumplir) sobradamente con el nuevo requisito de accionistas mínimos cualificados de la ley antifraude. Leopoldo del Pino, los March, la familia Hernández (Ebro), José Masaveu o los Urquijo son algunos de los personajes de renombre que se aferran a su sicav. Únicamente Sandra Ortega ha decidido liquidar las suyas.
El recuento de comunicaciones de disoluciones y liquidaciones de sicavs, o bien su transformación en otras figuras societarias (sociedades de inversión libre, de capital riesgo, limitadas o anónimas, entre otras), se aproxima a los dos millares desde el pasado 31 de enero, fecha límite en la que tenían que comunicar su intención al mercado a través de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Los expertos del sector financiero pronosticaban que apenas quedarían 200 sicavs tras el cambio de régimen, de un total de más de 2.300 que había antes del día 'D'. Por ahora, la baja más importante ha sido la de Sandra Ortega, que ha decidido transformar sus dos sicavs (Soandres y Breixo, que sumaban cerca de 475 millones de euros) en sociedades limitadas, por las que tributará al tipo general del 25%.
Sin embargo, el resto de empresarios disfrutan o confían en seguir beneficiándose del privilegiado 1%. Por ejemplo, las tres sicavs institucionales que comparte la familia March con el resto de clientes de su banco: Torrenova, Bellver y Lluc.
Torrenova, un verdadero titán de las sicavs, gestiona 955 millones de casi 4.400 accionistas; Bellver tiene 360 millones de más de 2.500 inversores, y Lluc maneja 183 millones de 1.375 accionistas, con datos de cierre de año en la CNMV. Son las sicavs prototipo de la nueva ley antifraude, las verdaderamente colectivas, con más de 100 accionistas cualificados que tienen invertidos 2.500 euros cada uno.
Soixa, la primera irreductible
Soixa fue la primera sicav en desmarcarse hacia el reducto de sociedades de inversión que pervivirán con sus condiciones intactas. La sicav capitaneada por la familia Hernández, accionista principal de la cotizada Ebro Foods (presidida por Antonio Hernández Callejas), anunciaba su no intención de proponer a la junta general de accionistas su disolución y liquidación a fin de poder acogerse al régimen transitorio introducido por la Ley 11/2021, de 9 de julio. "La sicav ya cumple y seguirá cumpliendo con el nuevo requisito objetivo del número mínimo de accionistas cualificados", firmaba Blanca Hernández, consejera delegada de Magallanes Value Investors.
Por su parte, Swift, liderada por Ignacio Polavieja aunque con Leopoldo del Pino (Ferrovial) por detrás, también continúa en su formato histórico. "Podrá cumplir con el requisito establecido", si bien advierte que "existe el riesgo de que, por razones sobrevenidas que no permitan cumplir el requisito señalado en el párrafo anterior, la sociedad tenga que tributar al tipo general del Impuesto sobre Sociedades". A cierre del año pasado, contaba con 137 accionistas y 390 millones.
La duda de Alicia Koplowitz
Mismos argumentos han dado Salmón Mundi Capital, fusionada recientemente con la sicav del bodeguero José Masaveu; La Muza, de los Urquijo; Gesprisa, de Alberto Palatchi (fundador de Pronovias), que había absorbido a su otra sicav, Herprisa; o Kalyani, punta de lanza de las tres sicavs del empresario indio Ram Bhavnani.
Queda por resolver, sin embargo, la incógnita de algunas grandes sicavs como Morinvest, de Alicia Koplowitz, que busca inversores afines a su sociedad y que puedan vincularse a su proyecto para poder seguir manteniendo el ventajoso pago del 1% en Sociedades. Por el momento, no ha comunicado su decisión al supervisor de los mercados. Tiene registrados 131 accionistas con más de 580 millones, por lo que se mueve al filo de la navaja.
