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El compromiso de Francisco García Paramés con la educación financiera es mayúsculo. Su gestora, Cobas Asset Management, ha presentado un nuevo producto de formación en psicología financiera, Brainvestor, con la finalidad de proporcionar conocimientos y herramientas necesarias para convertirse en un inversor consciente capaz de reconocer sus sesgos cognitivos y tomar las mejores decisiones de inversión según su perfil inversor.

La app, de carácter gratuito, ofrece un aprendizaje sobre problemas de comportamiento y barreras psicológicas que influyen a la hora de tomar decisiones de inversión mediante un test de autoconocimiento y de sesgos financieros, así como diversos módulos de formación basados en juegos, ejercicios y test de conocimientos. También cuenta con un programa de mentoring gratuito que permite profundizar en objetivos y metas de manera personalizada. Todo el contenido ha sido creado por expertos en finanzas, psicología, coaching e inversión.

“Queremos acompañar al inversor en sus distintas etapas de inversión, ofreciéndole las herramientas clave para tomar las mejores decisiones financieras”, así como ayudarle a “crecer como inversor value con un acompañamiento personalizado”, según Gonzalo Recarte, director comercial y CCO de Cobas.

Además, Cobas, en su empeño por fomentar el conocimiento y crear una comunidad de inversores conscientes, está llevando a cabo una investigación en educación financiera con la participación de Natalia Cassinello, profesora de finanzas en la Universidad Pontificia Comillas, y Paz Gómez Ferrer, psicóloga experta en psicología del comportamiento financiero.

El estudio tiene como objetivo analizar el perfil del inversor y los posibles sesgos cognitivos a la hora de invertir. Uno de los resultados de la investigación ha sido la creación de dos tests autodiagnósticos con los que poder ofrecer a los inversores datos sobre su tipología de perfil (conservador, moderado, agresivo) y sus sesgos como inversor.

Conclusiones del estudio

El estudio realizado con estos tests cuenta con una muestra de 101 personas, 44 mujeres y 56 hombres de edades comprendidas entre 17 y 76 años, siendo el rango entre 25 y 55 años donde se aglutina la mayor parte de los inversores de la muestra. Del análisis de esta muestra destaca, entre sus principales conclusiones, que a mayor conocimiento financiero del inversor, mayor asunción de riesgos y, además, menor aversión a las pérdidas.

También se observa que un nivel experto o alto en conocimientos presenta menor sesgo en efecto rebaño y no se deja llevar por las opiniones de los demás. Sin embargo, se extrae que sí presenta presencia en el sesgo llamado ilusión de control, donde esa autoconfianza en sus conocimientos financieros puede llegar a ser extrema y sobreestimar su capacidad de influencia y control sobre “algo que, objetivamente, no lo tiene”, como son los vaivenes del mercado. De igual manera, se observa que este sesgo está presente en aquellos inversores más jóvenes, donde "asumen niveles de riesgo superiores al adecuado".

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