Santander lanza fondos para la jubilación con riesgo decreciente hasta 2045 en su colectivo de seguros
La gama Mi Proyecto Santander incluye fechas de retiro profesional en 2025, 2030, 2035, 2040 y 2045. Las acciones irán dejando paso a los bonos.
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Ofensiva del grupo Santander con aquellos ahorradores que tengan previsto jubilarse durante las dos próximas décadas y media. Su gestora, Santander Asset Management, ha lanzado una gama de fondos de inversión con riesgo decreciente a medida que se acerca tal momento, que tiene su fecha límite en el año 2045 y que, además, está dirigida al colectivo de seguros del banco.
Se trata de los fondos Mi Proyecto Santander, con las siguientes variantes: 2025, 2030, 2035, 2040 y Smart (2045). Son unos productos con ciclo de vida, como se les suele conocer en la jerga financiera.
Como reza su folleto, van dirigidos principalmente a clientes de Santander Seguros y Reaseguros y la propia aseguradora a través de sus productos de inversión, donde se incluyen desde planes de previsión asegurados (PPAs) hasta unit linked. Esta filial del grupo cántabro está centrada en la comercialización de seguros de vida ahorro y, a cierre de 2020, se situaba en el tercer puesto del ranking de provisiones técnicas del ramo de vida, con un balance de más de 22.000 millones de euros.
El funcionamiento es sencillo. Por ejemplo, en el primero de ellos, Mi Proyecto Santander 2025, la exposición total a renta variable será del 60% como máximo en su momento inicial e irá disminuyendo según avance la vida del fondo, con el objetivo de reducir su volatilidad, hasta alcanzar una exposición máxima en bolsa del 30% en el horizonte temporal de 2025.
En el caso de la variante 2030, los porcentajes máximos de acciones al inicio y al final serán del 80% y del 30%, respectivamente. En el 2035, serán del 95%-30%. Y tanto en el 2040 como en el Smart (2045), bajarán del 100% al 30%.
Nuevo panorama del ahorro finalista
En todos ellos, se ha delimitado y puesto en común que, en el momento de la jubilación, el cliente acabe con un 30% de acciones, reduciendo poco a poco la exposición a bolsa y sustituyéndola por renta fija y liquidez.
Cuanto más se alejen las variantes del momento actual, más comisiones pagarán los inversores de estos vehículos. Los gastos corrientes anuales, donde se incluyen gestión, depósito y otros conceptos (intermediación, análisis, tasas o auditoría), son del 0,36%; 0,45%; 0,53%; 0,66% y 0,66%, respectivamente.
Esta iniciativa del Santander llega en un momento crucial, en el que se está reconfigurando en España el panorama sobre cómo financiar el retiro profesional de los trabajadores. Se prevé que la tasa de sustitución de la pensión pública, de las más altas del mundo, vaya reduciéndose progresivamente hasta el nivel medio de la OCDE, al tiempo que el Gobierno ha planteado para 2022 nuevos recortes en los beneficios fiscales de los planes de pensiones individuales y ha exhortado a las empresas para que aporten más en las pensiones de sus plantillas a través de los planes de empleo, con un nuevo esquema conjunto de incentivos fiscales.