China está demostrando a los inversores que puede disputarle el reinado como primera economía del mundo a Estados Unidos. No en vano, BlackRock, la mayor gestora de fondos y claro exponente de la visión financiera americana, ha sucumbido a los encantos del gigante asiático y, por primera vez en su historia, ha incluido a China como un activo de inversión con peso propio en sus recomendaciones.
Así lo ha confirmado Manuel Gutiérrez-Mellado, responsable del Negocio Institucional de BlackRock en España, cuando ha presentado las perspectivas de la firma para la segunda mitad del año. “China tiene muy buenos fundamentales, fue el primer país en salir de la pandemia y la crisis. Su crecimiento se está desacelerando desde las tasas tan altas que tenía, pero es debido a que el gobierno está empujando un modelo de menos crecimiento pero de más calidad”, ha puesto en contexto.
No obstante, el avance de su PIB seguirá siendo mayor en relación a los principales países desarrollados. Por estas razones, BlackRock ha sacado los activos chinos del conjunto de los activos emergentes para darles una recomendación propia y diferenciada.
En un primer momento, el gigante de los fondos está neutral en renta variable china y sobreponderada en renta fija china, en especial en lo que tiene que ver con los bonos gubernamentales. De media, su exposición a China es neutral. “Pero aunque nuestro promedio sea neutral, se trata de un punto de partida más alto que la media de los inversores internacionales”, ha matizado Gutiérrez-Mellado.
Renta variable, el mejor activo
En líneas generales, BlackRock tiene un posicionamiento muy favorable al riesgo, puesto que la renta variable es el único activo sobreponderado tanto a nivel táctico como estratégico.
Para los próximos meses, aconseja pequeñas y medianas cotizadas americanas y acciones europeas dentro de la renta variable, mientras que en renta fija prefiere bonos estadounidenses ligados a la inflación, bonos públicos chinos y deuda asiática.
Como ha señalado el experto, la previsión de BlackRock es que la Fed empiece a normalizar su política monetaria en 2023 con las primeras subidas de tipos, por lo que “buena parte del mercado se ha precipitado al apuntar 2022 como el año de las primeras alzas”.
Algo que tampoco ve Gutiérrez-Mellado es un boom de las materias primas, ni por mucha recuperación económica que haya. “No vamos a tener un superciclo de materias primas, hay que ser más selectivos”. Por ejemplo, el cobre o el litio están en boga a corto plazo por los desarrollos que hay que hacer en los vehículos eléctricos, baterías y puntos de recarga, pero a largo plazo podrían estarlo no tanto. En el caso del petróleo, creen desde la gestora, su demanda a largo plazo también va a caer por el impulso de las energías renovables.
Al respecto de la transición energética, BlackRock se está volcando con el sector tecnológico a nivel táctico y con la renta variable desarrollada pero también con la tecnología a nivel estratégico.