Bankinter ha llegado a un acuerdo gestión con Morgan Stanley para el nuevo fondo de bonos flexibles que acaba de lanzar. El producto pretende obtener una “rentabilidad satisfactoria a medio y largo plazo mediante una gestión flexible y activa, asumiendo un nivel de riesgo acorde con los activos en los que se invierte”.
El fondo Bankinter Flexible Bond invertirá en renta fija pública y privada, generalmente desarrollada, hasta un 15% en titulizaciones líquidas y hasta un 10% en bonos contingentes convertibles (CoCos).
Estos últimos se emiten normalmente a perpetuidad con opciones de recompra para el emisor y de producirse la contingencia, pueden convertirse en acciones o aplicar una quita al principal del bono, lo que puede afectar negativamente al valor liquidativo del fondo. Según se especifica en su folleto, la renta variable derivada de la conversión no superará el 10% de la exposición total.
Quien lanza el vehículo es Bankinter Gestión de Activos, aunque esta ha dado un mandato de subgestión a Morgan Stanley Investment Management (Ireland). En un entorno de tipos de interés ultrabajos como el actual, la flexibilidad en renta fija se antoja de vital importancia para conseguir rendimientos extra y frenar las pérdidas si hubiese alguna subida futura.
La duración media de la cartera oscilará entre los cero y los 7,5 años, mientras que el riesgo divisa podrá suponer hasta un 20% de la exposición total.
El fondo está articulado en torno a tres clases distintas de participaciones: R, desde diez euros y con una comisión de gestión del 0,80%; B, a partir de los 500.000 euros y con un precio del 0,65%, y la clase C, para contratos de gestión discrecional de carteras, asesoramiento independiente u otros fondos del grupo, con una comisión del 0,35%. En total, sus gastos corrientes anuales, incluyendo otras tasas y conceptos, son del 0,94%, 0,79% y 0,49%, respectivamente.