El Gin-Tonic entra en crisis: el consumo de ginebra cae más de un 6% y pone en duda los 'experimentos' con el cóctel
Es la bebida espirituosa que más se desploma en 2023. El sector empieza a preguntarse si el "globo" del Spanish Gin-Tonic ha pinchado finalmente.
Quizá se ha ido demasiado lejos con los experimentos con el Gin-Tonic. Tal vez el cóctel convertido en experiencia, con performance de elaboración frente al cliente y aparente infinidad de combinaciones y aderezos, sea ya demasiado. Puede que se haya "pinchado el globo". Es la reflexión del sector de las bebidas espirituosas de nuestro país tras constatar el declive de la ginebra, que ha sorprendido al caer su consumo un 6% el año pasado.
Es, con diferencia, el espirituoso que más se desploma en un año que en general ha sido "regular" para estas bebidas: la caída ha sido en global del 5,9% "a pesar del incremento de turistas en 2023, que registró un récord". El 13% del gasto de quienes nos visitan suele destinarse a bebidas con contenido alcohólico, y pese a ello el consumo baja.
El comentario queda recogido en el informe anual de Espirituosos España, la entidad que representa a la práctica totalidad de productores y distribuidores de estas bebidas en nuestro país. Reunidos en Jerez de la Frontera, han coincidido en que la situación en general preocupa. Habían previsto que cayera el consumo un 3%, y el dato final les deconcierta. Sobre todo en lo referido a la ginebra, que supone en torno a un 20% de las ventas de espirituosos.
¿Por qué cae más que el brandy (-3%) o el whisky (-0,5%)? "Si te soy sincero, creo que no tenemos la respuesta. Pero tampoco teníamos la respuesta a por qué estaba creciendo tanto. A principios de 2010 la ginebra suponía el 9% del total, y ahora está en torno al 20%", comenta a EL ESPAÑOL-Invertia el director de Espirituosos España, Bosco Torremocha.
Torremocha advierte de lo que suele pasar en estos casos. "Cuando tú tienes una tendencia tan acentuada en el tiempo, sabes que en algún momento se va a tender a suavizar", apunta. Es lo que le está pasando a lo que ha venido a llamarse el Spanish Gin-Tonic.
Crisis del Spanish Gin-Tonic
El nombre viene dado por su origen. Porque aquí se inventó la conversión de este cóctel en una 'experiencia' con toda suerte de ginebras saborizadas, comenzando por la ya icónica de fresa. Pero también tónicas también diversificadas y condimentos para la copa que, por ejemplo, abrazaron en Portugal. Sin embargo, no se parece en nada a la forma de tomar la bebida que se realiza en otros países.
"En Bélgica, si hay hielo son cubitos pequeños que enseguida se derriten o a tubo la tónica, con mangueras, o con botellas de dos litros. Pero eso incluso en una discoteca de París nivel top, de las que se pagan 100 euros por entrar. En España el servicio se hace delante del cliente, tienes versatilidad, marcas de todo tipo", compara Torremocha.
Se ha invertido incluso para pasar del vaso de tubo a la copa de balón. "Se cuidó mucho la presentación, como se hacía en la gastronomía. Pieles de limón, de naranja, el enebro... probablemente alguno se pasó e hizo una ensalada, pero todo el mundo quería dar el mejor servicio. Ése es el Spanish Gin-Tonic", apunta.
Una década más tarde, el modelo genera dudas. "Habrá que esperar para ver si es un globo que ha pinchado o simplemente se ha suavizado la tendencia, porque también había un exceso de saturación, demasiados mensajes", comenta. Hasta hace poco, señala, el 60% de la oferta de un establecimiento de hostelería podían ser ginebras.
El sector de espirituosos tiene 33 categorías, y ahora parecen más deseados los licores, y en concreto despuntan las cremas. Con todo, no solo las modas parecen explicar lo que sucede con la ginebra. "No encontramos hoy por hoy una razón sobre por qué está viéndose más afectada la ginebra", asegura.
Inflación y sobremesa
Torremocha apunta, no obstante, como posible pista al golpe de la inflación sobre los hábitos de consumo. "El Gin-Tonic se toma sobre todo después de las comidas. En un momento en el que hay menos renta disponible al final o recortas el postre o recortas la copa", razona.
Eso podría haber tenido un impacto en las bebidas ligadas en general a la sobremesa. También el componente de precio, elevado por la propia evolución del Gin-Tonic hacia el Spanish Gin-Tonic, ha pasado factura.
La alternativa que bajara Torremocha para esquivar esta crisis es hacer lo mismo que sucede con muchos platos de la carta de un restaurante: apostar por las 'medias raciones' de Gin-Tonic.
"Creo que el medio Gin-Tonic tiene indudablemente un potencial tremendo, si la hostelería nos acompañara en esta labor", lanza, dado que no cree en absoluto que se pueda firmar "la defunción" de la ginebra.
Su mensaje es en realidad clave para todo el sector de las bebidas espirituosas: la hostelería es el canal por el que realizan el 62% de las ventas.