Durante 134 años los españoles tuvieron en sus bolsillos una moneda a la que se la conoció con el nombre de peseta. En concreto, entre 1868 y 2002. Haciendo un poco de historia, fue el 31 de diciembre de 1998 cuando la peseta dejó de cotizar, siendo sustituida por el euro.
Aun así, no fue percibido dicho cambio por los ciudadanos hasta el 1 de enero de 2002. Posteriormente, hubo un periodo adicional para poder cambiarlas por euros: hasta el 30 de junio de ese mismo año en las entidades financieras. Y hasta el 30 de junio de 2021 en el Banco de España.
Las hubo de bronce, de plata e, incluso, de oro. Y la denominación iba desde un céntimo a 500 pesetas. Si todavía las guardas, y dependiendo de una serie de características (año de acuñación, rareza, errores…), puede que tengas miles y miles de euros en casa.
¿Cuál es la peseta más valiosa?
Aunque pueda parecer una cifra enorme, lo cierto es que hay una moneda de 100 pesetas cuyo valor está por las nubes. Tanto, que ha dado el salto hasta los miles de euros. Por eso es una pieza muy deseada por los coleccionistas.
Se trata de una moneda que se puso en circulación en 1870. En esa época, había en España un gobierno provisional tras la caída de Isabel II tras la Revolución Gloriosa. Tiene 36 milímetros de diámetro y 32,25 gramos de oro.
En el anverso aparece una efigie que simboliza la soberanía nacional, mientras que en el reverso aparece el escudo oficial monárquico de la época. ¿Cuál es su valor? En la última subasta en la que se puso precio a la misma, llegaron a pagarse 150.000 euros.
El precio inicial de la puja, organizada por Soler & Llach, era de 130.000 euros. Y hablamos de 2016, por lo que su valor seguramente se ha incrementado. Que se pagase tanto por ella se debe a que, entre otras razones, se encontraba en perfecto estado de conservación. Además, conviene recordar que sólo se acuñaron una docena de piezas.
¿Qué otras piezas tienen un buen precio?
Más allá de esta moneda, hay otras que sin tener tanto valor, pueden conseguir cifras interesantes en las pujas numismáticas. Una de ellas tiene un valor facial de 5 pesetas (lo que popularmente se conoció como un duro) pero se puede disparar hasta los 8.000 euros.
Fue acuñada en 1871, y es fácilmente identificable porque en su reverso se encuentra la figura de Amadeo I de Saboya. Recordemos que su reinado únicamente duro entre 1871 y 1873. Uno de los más breves de la monarquía en España.
Otro caso interesante es el de la moneda de 100 pesetas de 1897. Redonda, con 36 milímetros de diámetro, tiene 32,25 gramos de oro de ley de 900 milésimas. En el anverso se puede leer ‘Alfonso XIII por la Gracia de Dios 1897’, mientras que en el reverso la leyenda es “Rey Constl. de España 100 pesetas”. La tirada fue de 810 ejemplares. Su precio en las pujas está sobre los 3.000 euros.
Y hasta 10.000 euros se pueden conseguir si se tiene una moneda de 50 pesetas de 1984. Cierto que se emitieron muchas de ellas, pero hubo unas pocas a las que se les puede poner el adjetivo de raras. Tanto lo fueron, que fueron retiradas de la circulación de manera inmediata. Y es que en su diseño había un error clamoroso. En su anverso, el rey Juan Carlos I; en el reverso, el escudo anterior a la Constitución de 1978.
Unos 2.200 euros se pueden lograr por la peseta de 1946 que tenga en su estrella el número 48. Eso sí, siempre y cuando esté en un perfecto estado de conservación. Fue acuñada durante la dictadura franquista y diseñada por el escultor Mariano Benlliure.
Y hasta 20.000 euros se pueden alcanzar por la moneda de 50 pesetas de Franco del año 1949. Eso sí, siempre y cuando en esa estrella diminuta estén los años 51 o 51. Las más corrientes suelen tener los años 49 o 50. Y estas últimas valen unos dos euros.
¿Qué otras pesetas tienen un valor interesante?
A partir de aquí, las monedas de pesetas no tienen tanto valor, aunque no por ello dejan de ser interesantes. Por ejemplo, está la moneda de Franco de 100 pesetas de 1966. Acuñada en plata, se acuñó entre 1966 y 1970, aunque la de más valor es la que tiene en la estrella el año 1969. ¿Por qué?
Porque dicho año se acuñaron menos monedas: 4.500 monedas de un total de 56 millones. Con todo, y dependiendo del estado, se pueden alcanzar los 400 euros. Para el resto de monedas, dependerá del precio de la plata.
Una cantidad similar se puede conseguir por la moneda de 100 pesetas de 1980, con la efigie del Rey Juan Carlos; mientras que las 100 pesetas de 1992 ya se quedan en unos 100 euros. También 400 euros se pueden obtener por la moneda de dos pesetas de Alfonso XIII de 1894 con la figura de perfil del joven monarca en el reverso.