La peseta ha acompañado la vida de los españoles durante más de 130 años. Un periodo convulso, con varios regímenes políticos, que se vieron plasmados en las diferentes monedas que se acuñaron durante esos años.
Todavía son muchos los españoles que recuerdan, y que añoran, a la peseta. Sobre todo tras la llegada del euro que hizo que los precios se dispararan. Quizás el ejemplo más claro fue el del café, que pasó de costar 100 pesetas a 1 euro. Es decir, 166,386 pesetas. Y así el resto de productos de la compra, entre otros.
Al haber sido un ‘compañero de viaje’ durante tantos años, muchas familias guardan todavía pesetas. En concreto, y según el Banco de España, tras la llegada del euro no se cambiaron pesetas por valor de 1.575 millones de euros. En el caso concreto de las monedas, fueron 728 millones de euros. Algunas, hoy día, sólo valen lo que marca su valor oficial. Otras, sin embargo, son auténticos tesoros.
¿Cuáles son las pesetas que han aumentado su valor?
Que una peseta haya disparado su valor se debe a una serie de circunstancias. Por ejemplo, su año de acuñación, la tirada, que sea una rareza, que contenga algún tipo de error... Yendo de menor a mayor, y a modo de ejemplo, por las monedas de cinco pesetas (un duro) de 1957, que tienen en las estrellas los números 58 y 63, se pueden pagar 50 euros (con el color y brillo originales).
Un poco más se logra por la moneda de cinco pesetas del mundial de fútbol de 1982 celebrado en España. Se han llegado a pagar hasta 400 euros, aunque su precio suele variar entre 60 y 90 euros. Y todo porque en el anverso presenta la fecha de 1975, y no 1980, que es como debería haber sido.
[Si tienes estos billetes y monedas de 100 pesetas estás de enhorabuena: valen miles de euros]
En el caso de la moneda de 100 pesetas de Juan Carlos I de 1992, valor que muchas personas llamaban veinte duros, se pagan unos 100 euros. Misma cantidad que por la moneda de dos pesetas de Alfonso XIII de 1894 con la figura de perfil del joven monarca en el reverso.
Hasta 400 euros es posible lograr por la moneda de 100 pesetas de 1980 con la efigie del rey Juan Carlos I. Lo mismo que por la moneda de Franco de 100 pesetas de 1966. Acuñada en plata, se acuñó entre 1966 y 1970, aunque la que tiene más valor es la de la estrella el año 1969. ¿Por qué? Porque dicho año se acuñaron menos monedas: 4.500 monedas de un total de 56 millones. Para el resto de monedas, dependerá del precio de la plata.
¿Cuáles son las pesetas que han disparado su valor?
Los ejemplos anteriores dan fe de que las monedas, con el paso del tiempo, y dependiendo de una serie de características, acabarán aumentando su valor. Sin embargo, no se trata de cantidades disparatadas, aunque si se hace la correspondiente conversión, se aprecia el salto cualitativo que han dado.
Un salto que se puede calificar de estratosférico si nos referimos a otra serie de monedas de peseta. Así, unos 2.200 euros se pueden conseguir por la peseta de 1946 siempre y cuando tenga en su estrella el número 48 y esté en un perfecto estado de conservación. Diseñada por el escultor Mariano Benlliure, fue acuñada durante la dictadura franquista.
Mientras que en el caso de la moneda de 100 pesetas de 1897 esa cantidad puede rondar los 3.000 euros. Redonda, con 36 milímetros de diámetro, tiene 32,25 gramos de oro de ley de 900 milésimas. En el anverso se puede leer ‘Alfonso XIII por la Gracia de Dios 1897’, mientras que en el reverso la leyenda es “Rey Constl. de España 100 pesetas”. La tirada fue de 810 ejemplares.
Más allá de esta moneda, hay otras que sin tener tanto valor, pueden conseguir cifras interesantes en las pujas numismáticas. ¿Cuánto? Unos 8.000 euros por la moneda de 5 pesetas, acuñada en 1871, y que es fácilmente identificable porque en su reverso se encuentra la figura de Amadeo I de Saboya. Su reinado fue efímero, ya que sólo duró entre 1871 y 1873, uno de los más breves de la monarquía en España.
Y se pueden alcanzar los 10.000 euros por una moneda de 50 pesetas de 1984. Este caso es muy curioso, porque se emitieron muchas, pero sólo a unas pocas se les puede poner el adjetivo de raras. Tanto lo fueron, que fueron retiradas de la circulación de manera inmediata. Y es que en su diseño había un error clamoroso. En su anverso, el rey Juan Carlos I; en el reverso, el escudo anterior a la Constitución de 1978.
Asimismo, es posible conseguir miles euros por la moneda de 50 pesetas de Franco del año 1949. Eso sí, siempre y cuando en esa estrella diminuta estén los años 51 (unos 6.000 euros) o 52 (el máximo está sobre los 36.000 euros). Las más corrientes suelen tener los años 49 o 50. Y estas últimas sólo valen unos dos euros.
¿Cuáles son las pesetas más valiosas?
Junto a las monedas de pesetas antes indicadas, hay otras que son ‘deliciosas’ para los coleccionistas. Sobre todo dos de ellas: una de ellas es el duro de plata de 1869, que se acuñó pero no circuló. Su precio máximo estimado estaría en torno a los 40.000 euros.
La otra es una moneda de cien pesetas que se puso en circulación en 1870. En esa época, había en España un gobierno provisional tras la caída de Isabel II tras la Revolución Gloriosa. Tiene 36 milímetros de diámetro y 32,25 gramos de oro.
¿Cómo es? Pues en el anverso aparece una efigie que simboliza la soberanía nacional, mientras que en el reverso aparece el escudo oficial monárquico de la época. ¿Cuál es su valor? En la última subasta en la que se puso precio a la misma, llegaron a pagarse 150.000 euros.
El precio inicial de la puja, organizada por Soler & Llach, era de 130.000 euros. Y hablamos de 2016, por lo que su valor seguramente se ha incrementado. Que se pagase tanto por ella se debe a que, entre otras razones, se encontraba en perfecto estado de conservación. Además, conviene recordar que sólo quedan una docena de piezas.