La transición hacia energías limpias continuará siendo el mayor impulsor de proyectos de infraestructuras a nivel global. En Norteamérica, el apetito empresarial por la energía renovable está en expansión y el sector energético ha generado aproximadamente el 70% del negocio total de infraestructuras en los últimos cinco años, impulsado sobre todo por la floreciente producción de petróleo y gas licuado a partir de esquistos.
En Europa, las subastas de renovables están comprimiendo los precios mientras que los volúmenes de transacciones en infraestructuras aumentaron un 10% en 2018 respecto al año anterior, según datos de IJGlobal. El mayor volumen correspondió a la fuerte actividad inversora en los sectores de energía y transporte en Holanda y el norte de la región, especialmente en instalaciones eólicas marinas.
La brecha estimada de infraestructura sigue siendo inmensa en Asia-Pacífico y abarca transportes, servicios públicos y los sectores de energía. La financiación sigue estando disponible en China, pero comienza a quedarse corta en mercados más maduros y en emergentes más pequeños debido a una menor transparencia regulatoria y financiación.
Por lo que respecta a Latinoamérica, la financiación público-privada continúa presentando oportunidades de inversión. Los fondos de inversión que incluyen empresas cuya actividad está relacionada principalmente con infraestructuras se incluyen en la categoría sectorial VDOS de construcción, una de las cinco más rentables desde el comienzo del año, con una revalorización de casi el 24%.
De una selección de este grupo de fondos, con calificación cinco y cuatro estrellas de VDOS, el más rentable es la clase A de acumulación en euros de Franklin Global Listed Infrastructure, que se revaloriza un 29,3% desde el comienzo de año. En el último periodo anual, su rentabilidad es del 27,2% con una volatilidad del 10,9%. Invierte su cartera en valores de renta variable de empresas de todo el mundo relacionadas con la infraestructura, cuya actividad principal es la propiedad, gestión, construcción, explotación, utilización o financiación de activos de infraestructura. Toma como referencia el índice S&P Global Infrastructure e incluye entre sus mayores posiciones nombres como TC Energy Corp (5,04%), Sempra Energy (4,85%), Cellnex (4,45%), Auckland International Airport (4,43%) y Xcel Energy (4,33%). La inversión mínima requerida para suscribir este fondo es de 5.000 dólares (aproximadamente 4.511 euros) aplicando a sus participes una comisión fija del 1% y de depósito del 0,14%.
La rentabilidad obtenida por la clase C de acumulación en euros de Partners Group Listed Investments Sicav - Listed Infrastructure alcanza el 27,1%. A un año se revaloriza un 26,6% con un dato de volatilidad del 10,9%. Toma como referencia el índice UBS Global Infrastructure Index EUR e invierte al menos dos terceras partes de sus activos en empresas de infraestructuras, sin que pueda invertir más del 10% en otros fondos. Sus mayores posiciones en cartera corresponden a Vinci (6,06%), National Grid (4,21%), Crown Castle International Corp (4,18%), Republic Services A (4,17%), y Enbridge (4,08%). Sus partícipes soportan una comisión fija del 1,95% y de depósito de 0,02%.
Con calificación cuatro estrellas de VDOS, la clase LC en dólares de DWS Invest Global Infrastructure gana un 27,4% por rentabilidad en el año y un 23,7% a un año, con un dato de volatilidad en este último periodo del 11,1%. Focaliza su inversión en compañías globales de los sectores de transporte, energía, agua y comunicaciones. Entre sus mayores posiciones se incluyen acciones de American Tower REIT (8,5%), Enbridge (7%), Sempra Energy (6,4%), Crown Castle International Corp (6%) y The Williams Cos (4,9%). Su comisión fija es del 1,5%.
El año 2017 marcó un punto de inflexión en la inversión en infraestructuras en cuanto a su aceptación generalizada por la mayoría de los inversores. Debido a las turbulencias económicas en el período entre 2006 y 2017, hubo una creciente presión sobre gobiernos y empresas para reducir deuda. Esto llevó a los inversores a buscar rendimientos estables a largo plazo, con lo que un gran volumen del negocio de infraestructura mundial es ahora propiedad de inversores privados especializados. Los fondos de pensiones han favorecido de una forma especial la inversión en infraestructura a lo largo de los años, debido precisamente a la estabilidad y las perspectivas a largo plazo que ofrece la inversión.
*Paula Mercado es directora de análisis de VDOS