La rentabilidad del bono alemán ha descendido este viernes hasta el -0,015% desde el 0,041% de la víspera, con lo que cotiza en negativo por primera vez desde finales de octubre de 2016, movido por el dato de PMI manufacturero en Alemania, que se sitúa por debajo de los 50 puntos desde principio de año y ha agudizado su descenso en marzo.
Aunque este factor habla en contra de la economía alemana, ha espoleado la búsqueda de refugio inversor, de manera que se considera que un frenazo del país podría tener consecuencias incluso más nefastas en otros países de la Eurozona. También ha influido en el mercado secundario de deuda la confirmación de la Reserva Federal de EEUU de que no subirá los tipos de interés en 2019, una decisión que se suma a la del Banco Central Europeo (BCE) del 7 de marzo en la misma dirección.
Con estos datos, y alguna incertidumbre adicional -como el Brexit- los inversores han optado por refugiarse en la renta fija, lo que explica la subida de precios, con la consiguiente bajada de rentabilidades.
El interés del bono español a 10 años ha descendido del 1,101% de ayer al 1,075% y la prima de riesgo, que mide la diferencia entre los títulos españoles y los alemanes, ha subido a 109 puntos básicos desde los 106 del día anterior.
El bono español registró su punto más bajo en los últimos 12 meses el pasado 7 de marzo -el día de la última reunión del BCE-, cuando llegó a caer hasta el 1,036%, y la prima se situó ese día en 97 puntos básicos. De esta fecha databan los hasta ahora mínimos anuales de rentabilidad para el 'bund' alemán.
En el resto de países europeos considerados periféricos, el riesgo país de Italia ha subido cuatro puntos básicos, hasta los 246.