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Ninguna de las principales criptodivisas escapa a las fuertes caídas que se registran en este mercado desde finales de 2021. Las consecuencias son claras: grandes pérdidas para los inversores y para las plataformas de negociación. La situación recuerda a la crisis de 2018.

Desde el estallido de la pandemia y hasta los últimos meses del pasado ejercicio, las criptodivisas se vieron beneficiadas de las políticas monetarias que adoptaron los principales bancos centrales para luchar contra las consecuencias económicas del coronavirus.

Estas políticas dieron como resultado liquidez a bajo coste y de fácil acceso para los inversores, que se lanzaron a invertir en criptodivisas y grandes compañías tecnológicas. Antes los mayores beneficiados, son ahora los grandes perjudicados del cambio de tono de los bancos centrales, que suben los tipos de interés y reducen sus balances para luchar contra la elevada inflación.

Caídas

Alejando Zala, country manager de Bitpanda en España, subraya que “las condiciones actuales del mercado de las criptomonedas solo pueden describirse como extremas, ya que las correcciones en curso han hecho caer el precio de las principales monedas virtuales a niveles que no se habían visto en casi dos años”.

En este ambiente generalizado de desplomes que afecta a todo el mercado, el bitcoin, la criptomoneda más conocida del mundo, ha perdido los 20.000 dólares. No cotizaba por debajo de dicho nivel desde diciembre de 2020.

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Ya más cerca de los 15.000 dólares que de los 20.000, el bitcoin ha perdido casi un 74% de su valor desde que en noviembre del año pasado, cuando marcó máximos históricos. Lo hizo al acariciar los 69.000 dólares. El ether, otra de las criptodivisas con más renombre, se ha llegado a situar por debajo de los 1.000 dólares, cifra no vista desde enero de 2021.

Las dificultades que atravesaban estos activos se agravaron en mayo, cuando tuvo lugar el desplome de la stablecoin terraUSD y la criptodivisa luna. Tras estas pérdidas, el bitcoin se mantuvo estancado casi un mes en el entorno de los 30.000 dólares, hasta registrar nuevos descensos, que comenzaron a principios de junio.

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“No hay duda de que el ecosistema de activos digitales se encuentra ahora en un nuevo ‘criptoinvierno’, es decir, un período prolongado de precios a la baja”, explica Benjamin Dean, director de activos digitales de WisdomTree.

En su opinión, este viraje del mercado recuerda a la crisis vivida en 2018, cuando en junio de ese año el precio del bitcoin cayó hasta los 7.400 dólares. Había cerrado 2017 casi en los 20.000.

2018

Los fuertes descensos estuvieron propiciados por la burbuja especulativa vinculada a las ofertas iniciales de monedas, las conocidas como ICO (siglas del inglés Initial Coin Offering).

Entre diciembre de 2017 y junio de 2018, el ecosistema de activos digitales se contrajo desde los 850.000 millones de dólares hasta los 250.000. Es decir, la capitalización total se redujo más del 70%.

En esta nueva crisis y hasta ahora la capitalización total de las 40 principales criptomonedas se sitúa ya por debajo del billón de dólares, frente a los 3 billones que llegaron a valer el pasado noviembre, en su momento más álgido.

El índice que mide el miedo o la codicia existente entre los inversores del criptouniverso marca ahora niveles de miedo extremo. “La capitulación parece haber llegado, pero el proceso de tocar fondo llevará algún tiempo”, apunta Zala.

Corralitos y despidos

Los estragos de este hundimiento se extienden por todo el ecosistema. El pasado lunes, la plataforma de negociación de criptomonedas Celsius Network suspendía todas las transacciones entre clientes y vetaba la retirada de capitales debido a las “condiciones extremas” del mercado.

Poco después, Binance, la plataforma más usada del mundo para comprar y vender criptomonedas, suspendió todas las retiradas de bitcoin por un problema técnico. Aunque la medida fue momentánea, contribuyó a consolidar la desconfianza de los inversores.

Las caídas también han propiciado que otras plataformas hayan comenzado a apretarse el cinturón. El cambio de ciclo económico y el miedo a que una recesión desemboque en un prolongado ‘criptoinvierno’ ha llevado a Coinbase y Gemini a anunciar reducciones de plantilla.

En este contexto, diferentes instituciones y organismos, desde el Banco Central Europeo (BCE) al Fondo Monetario Internacional (FMI), insisten en sus advertencias sobre los riesgos que implican las criptodivisas, tanto para los inversores como para el sistema financiero en su conjunto.

La regulación es importante para recuperar la confianza perdida en esta tecnología a causa de la especulación”, señalaba hace unos Alicia Pertusa, head of stategy for client solutions de BBVA, en un evento organizado por Women in Banking (WIB), la iniciativa dedicada a promover el papel de la mujer en la banca española.

“En la segunda mitad de este año se espera la aprobación en Europa de la normativa MiCA (Markets in Cryptoassets) que eleva el nivel de exigencia en la transparencia en los procesos de emisión, distribución y marketing de activos digitales”, explicaba.