En marzo, los precios al consumo subieron en Europa a un ritmo anual del 2,4%, ligeramente por debajo de las expectativas. Se empezó a hablar de recortes de tipos por el BCE en junio. Sin embargo, persiste la preocupación de que algo vaya mal. En consecuencia, los mercados, aunque no tienen prisa por bajar, parecen haber tocado techo temporalmente.
¿Qué podría impedir una pronta reevaluación de la política monetaria? Empecemos por el hecho de que las tasas de crecimiento anual pueden no ofrecer datos significativos debido al efecto de transmisión del aumento inicial de la inflación.
En realidad, las cifras siguen superando la media. La tasa media mensual de crecimiento de los precios en enero-marzo de 2010-2019 fue del 0,12% en 2017-2019 y del 0,34% en enero-marzo de 2024.
Ante la ralentización de las tendencias desinflacionaria, el BCE podría adoptar una postura más restrictiva
Así, la inflación en Europa durante los tres últimos meses fue el doble de lo habitual debido a la volatilidad de los precios de la energía y al repunte del sector servicios.
Además, es esencial considerar los riesgos de nuevas subidas de los precios, como que los enfrentamientos entre Irán e Israel puedan interrumpir la cadena de suministro mundial.
Y, por supuesto, no pueden pasarse por alto las incertidumbres que rodean a una posible reelección de Trump, con sus amenazas de reformar las relaciones comerciales.
¿Qué impacto tendría en los mercados?
Ante la ralentización de las tendencias desinflacionaria, el BCE podría adoptar una postura más restrictiva, lo que presiona a la baja los precios de los bonos. De hecho, los rendimientos de la deuda europea de mayor riesgo ya han alcanzado niveles no vistos desde el inicio de la pandemia de Covid-19.
Asimismo, unos tipos prolongadamente altos también suponen un riesgo de mayores costes para las empresas y, en consecuencia, un aumento de las quiebras.
Lo que hoy parece el escenario base, mañana puede ser imposible de alcanzar
¿Qué hacer en estas condiciones? Estar atento a los datos macroeconómicos y a la evolución geopolítica. Lo que hoy parece el escenario base, mañana puede ser imposible de alcanzar.
Y, por supuesto, no perder de vista el calendario económico para estar al tanto de los acontecimientos que afectan a los mercados y a la economía mundial.
***Igor Kuchma es analista de Trading View.