La firma de alta perfumería dio algunos detalles al mercado el lunes. Articulará su salto al parqué a través de una oferta pública de suscripción de acciones (OPS) por un importe de 1.250 millones de euros y una oferta pública de venta (OPV) cuyo volumen será superior. De esta forma, captará más de 2.500 millones de euros. 

Asimismo, las acciones a la venta serán de Clase B, con menos derechos políticos, aunque con los mismos derechos económicos que los títulos de Clase A. Con este esquema, la familia Puig "conservará una participación mayoritaria" en la compañía y "la gran mayoría de los derechos de voto de la sociedad".

Folleto

La propietaria de Paco Rabanne y Carolina Herrera dará más detalles de la salida a Bolsa a través de la publicación del folleto, una vez que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) dé el visto bueno al mismo. Hasta ahora, y según las fuentes consultadas por EL ESPAÑOL-Invertia, la compañía no había enviado la documentación al supervisor del mercado español.

De hacerlo con la mayor brevedad posible, es decir, en los próximos días, Puig podría comenzar a cotizar antes de un mes. Según han explicado a este periodico fuentes cercanas a la salida a Bolsa, el grupo catalán cuenta con la predisposición de la CNMV, por lo que su aprobación podría tener lugar, si la información remitida es correcta, en unos diez días.

Una vez el folleto reciba el ok de la CNMV, la compañía iniciará el roadshow, en el que se reunirá con grandes posibles inversores, y el periodo de colocación. Se trata de un proceso que suele dilatarse entre 10 y 15 días, dependiendo del tamaño de la operación.

De esta forma, la salida a Bolsa de Puig podría tener lugar a principios o a mediados de mayo, aunque dependerá del apetito inversor y de las negociaciones para el precio de salida. El salto al parqué de la propietaria de Charlotte Tilbury, Jean Paul Gaultier o Nina Ricci, "dependerá también de si durante estas semanas hay volatilidad en los mercados, algo que podría retrasar su incorporación al mercado", considera Javier Cabrera, analista de XTB.

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“Sin embargo, ante el buen comportamiento que están teniendo las principales empresas del sector, con subidas que van desde el 10% en el caso de LVMH o Christian Dior, o el 20% en el caso de Hermes, lo normal es que la empresa no quiera alargar mucho el proceso y aprovechar esta tendencia del mercado”, explica el mismo experto.

Según las estimaciones del bróker, “el valor objetivo de la empresa rondaría entre los 7.600 y 10.200 millones de euros”. Para hacer este cálculo se basan en el múltiplo al que cotizan empresas comparables como LVMH o Christian Dior y estimando un crecimiento del 10% para sus beneficios en 2024. “Es una valoración conservadora, pero es un buen primer paso para saber desde dónde partir”, subrayan.

Salto al Ibex 35

Y, aunque la empresa catalana dará el salto al mercado continuo -como ocurre con todas las salidas a Bolsa en nuestro país-, la valoración la sitúa entre las 15 compañías de mayor tamaño del Ibex 35. Se situaría justo entre ACS, cuya capitalización supera ligeramente los 10.200 millones de euros, e IAG, que tiene un valor de mercado de unos 10.000 millones.

Debido a su tamaño la compañía podría pasar a formar parte del Ibex 35 pocos meses después de su salida a Bolsa. Su incorporación la tendrá que decidir el Comité Asesor Técnico (CAT) del índice -el grupo de experto que decide su composición- en algunas de sus próximas reuniones.

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Tras el previsible salto al parqué de Puig, los sabios del selectivo español se reunirán tres veces antes de que termine el ejercicio: en junio, septiembre y diciembre. Aunque el Comité también se podría dar cita de manera extraordinaria si la situación lo requisiera.

Para formar parte del Ibex 35 las compañías deben cumplir varios criterios, basados en la capitalización, pero también en la liquidez. Por un lado, la capitalización media de las acciones de la compañía debe ser superior al 0,30% de la capitalización media del índice durante el periodo de control, que tiene una duración de seis meses.

Y por el otro, el valor debe negociarse al menos en un tercio de las sesiones del periodo de control, si bien puede realizarse una excepción, pero sólo en el caso de que la compañía se encuentre entre las 20 mayores empresas por valor de mercado.

“Por ello, la entrada al selectivo español dependerá de la liquidez que tenga en los primeros meses de negociación y, por tanto, del apetito de los inversores por las acciones de Puig”, subrayan desde XTB.

No sería la primera vez que una cotizada española pasa a formar parte del Ibex 35 pocos meses después de comenzar a cotizar. Fue lo que ocurrió con Aena. El gestor aeroportuario debutó en bolsa el 11 de febrero de 2015. El 9 de junio el CAT decidió su incorporación al índice. Entre ambas fechas la compañía se revalorizó un 60%, al pasar de 58 a 95 euros por acción.