Un mercado inundado de dólares y un problema de oferta
La Fed y el Tesoro de Estados Unidos forman un tándem que tiende a centralizar de manera sistemática la atención mundial. La coincidencia de ambos la semana pasada era relevante, si bien el foco quedaba orientado a la comparecencia de la Fed, donde el mercado mantiene el termómetro de su sentimiento.
El miércoles, el Tesoro anunció que aumentará el tamaño de las próximas subastas de bonos a niveles inusualmente altos, incluida una venta de deuda a cinco años por 70.000 millones de dólares en abril, que marcará la mayor venta jamás realizada de deuda con un vencimiento de dos años o más. La noticia llegaba justo antes de que la Reserva Federal le dijese al mundo que los recortes de las tasas de interés pueden no ser tan rápidos y furiosos como la mayoría apuesta.
El gobierno federal ha aumentado su endeudamiento en los últimos trimestres lo que se suma a la disparidad cada vez mayor entre el gasto y los ingresos fiscales. En lo que va del año 2024, el gobierno ha gastado alrededor de 510.000 millones de dólares más de lo que ha recaudado y, a finales de 2023, el déficit ascendía a la increíble cifra de 1,7 billones de dólares.
Los recortes de las tasas de interés pueden no ser tan rápidos y furiosos como la mayoría apuesta
Para compensar esa brecha, el Tesoro estadounidense ha intensificado sus subastas de deuda y este próximo trimestre marcará el tercer impulso de forma consecutiva. El tamaño de las subastas de bonos a dos y cinco años está aumentando en 3.000 millones de dólares cada mes, llevando ambas categorías a niveles récord. Esto empieza a generar un problema de fondo en el que pocos reparan, que tiene que ver con el exceso de oferta.
De un lado, la Fed confirma su política de disminución de balance, lo que significa la venta de su cartera de bonos mientras que el gobierno aumenta sin parar el déficit, y con ello, la oferta. En medio, los bancos se están encontrando con una cartera de bonos sobredimensionada cada vez más difícil de gestionar.
El problema es quién puede absorber semejante oferta. Durante los últimos 20 años, Japón y China han sido los dos principales países extranjeros con bonos del Tesoro de EE. UU.
¿Alguien duda todavía que la Fed no gobierna para los mercados?
Japón posee alrededor de 1,1 billones de dólares en bonos del Tesoro, lo que le convierte en el mayor tenedor extranjero de la deuda nacional. El problema es que su política está orientada a reforzar su economía y, salvo deseo de debilitar el yen, parece complicado que aumente su posición.
China, que hasta 2019 era el mayor comprador del Tesoro, viene reduciendo sistemáticamente sus reservas de dólares y la amenaza de una potencial candidatura del expresidente republicano Donald Trump y el nacionalismo imperante en relación al comercio y la producción hacen difícil que esta situación revierta.
El Tesoro tiene emitidos casi 35 billones de dólares y se prevé que en 2028 el saldo vivo supere los 44 billones de dólares. La subida de tipos tan agresiva ha destrozado muchas carteras y ha generado una brecha de liquidez en no pocos inversores, de ahí la presión para que la Fed baje los tipos de manera inminente. ¿Alguien duda todavía que la Fed no gobierna para los mercados?