Tendencia mixta en la apertura de la sesión de este viernes en Wall Street. A pesar de ello, los principales índices del parqué neoyorquino se aproximaban a cerrar su cuarta semana consecutiva al alza, aunque en este caso ha sido más corta de lo habitual. Con un avance acumulado cercano al 1%, el S&P 500 se acerca a máximos anuales.

Tras el toque de campana, el S&P 500 cedía un 0,06%, hasta los 4.554,06 puntos. El índice alcanzó el nivel más elevado de 2023 el pasado julio, cuando tocó los 4.607,07 enteros. 

Por su parte, el Nasdaq cedía un 0,2%, hasta los 14.237,4 puntos, mientras que el Dow Jones avanzaba un 0,19%, hasta los 35.341,58 puntos.

Las mayores subidas del Dow Jones eran las de Chevron (+0,84%), Travelers (+0,78%) y J&J (0,76%). Por el contrario, las caídas más abultadas las sufrían Apple (-0,77%), IBM (-0,46%) y Nike (-0,21%).

Mientras que el S&P 500 rozaba máximos anuales, el Dow Jones y el Nasdaq se encontraban todavía algo más lejos de las cotas más elevadas de 2023. También a finales del séptimo mes del año, el Dow Jones alcanzó los 35.679,13 puntos; mientras que el Nasdaq llegó a las 14.446,55 unidades.

En cualquier caso, los tres indicadores se aproximaban a cerrar su cuarta semana consecutiva al alza. En los tres casos, el repunte rozaba el 1%, y ello a pesar de que el parqué neoyorquino permaneció cerrado la jornada del jueves debido a la celebración de Acción de Gracias. Este viernes sólo habrá actividad durante media sesión.

La Bolsa de Nueva York se ha visto favorecida por las perspectivas de que los tipos de interés han tocado techo en Estados Unidos. Según la herramienta FedWatch de CME Group, el mercado ha descontado casi totalmente que la Fed mantendrá los tipos sin cambios de nuevo en diciembre y que empiece a rebajarlos en marzo.

En este sentido, el pasado miércoles se conocieron las actas de la reunión que a principios de noviembre mantuvo la institución presidida por Jerome Powell.

En ellas se confirmó que los miembros del banco central estadounidense respaldaron la postura de mantener sus tasas oficiales altas durante más tiempo hasta poder evaluar el impacto de sus políticas monetarias restrictivas. Además, no discutieron en ningún momento la posibilidad de comenzar a bajar los tipos, aunque si hablaron de la posibilidad de volver a subirlos de considerarlo necesario.

Además, los informes sobre solicitudes de subsidio de desempleo, bienes duraderos y confianza de los consumidores que se han conocido esta semana parecían sugerir que la economía estadounidense se está relajando, pero que puede mantenerse lo suficientemente fuerte como para evitar una recesión.

En este sentido, la atención de los inversores ya se centraba en las compras de la temporada navideña. “Las ventas del fin de semana de Acción de Gracias (periodo comprendido entre el Black Friday y el Cyber Monday) en Estados Unidos son un indicador a seguir”, indican los analistas de CMC Markets.

“Las cifras de ventas comienzan a conocerse durante el fin de semana y suelen justificar el movimiento del mercado del lunes. Un aumento elevado de las ventas puede implicar anticipación del consumo por situación delicada de las familias”, explican.

Asimismo, señalan que las dos encuestas a consumidores más seguidas (Conferece Board y Universad de Michigan) se han deteriorado de forma simultánea y consecutiva en los tres últimos meses.