Esto significa que ahora, si de verdad el valor gozase de una verdadera fuerza interna y apoyo por parte de los inversores debería ser capaz de marcar también un máximo creciente respecto al anterior. 

Así que deberíamos ver un ataque a los 14,36 euros que son precisamente los máximos intradiarios que veíamos el pasado 21 de marzo y de esta manera demostrar las intenciones de seguir subiendo. 

[Consulte aquí las claves operativas del Ibex 35, según el analista Eduardo Bolinches]

Sin embargo, este no es el caso. La reacción desde que el viernes el precio de las acciones de Repsol lograse girarse al testear la media móvil de largo plazo parece que se ha agotado. 

El valor ha abierto con un hueco alcista hasta los 14,15 euros, en línea con el resto del mercado para luego irse al alza, pero luego ha venido una recogida de beneficios que casi le ha costado la totalidad de la subida previa dejando una figura de Doji volador, tal y como podemos ver en el siguiente gráfico.

Evolución de las acciones de Repsol Eduardo Bolinches ProRealTime

Así que estamos ante una sesión importante en la que la pérdida en base cierre de los 14,15 euros dejará sin dudas, una importante señal de debilidad en el corto plazo. Esta abriría el escenario a una continuidad en la recogida de beneficios que podría llevar de vuelta al precio de las acciones de Repsol hasta la media móvil de largo plazo. 

Esa media móvil de largo plazo está pasando por los 13,48 euros y pasa a ser una zona vital de precios a mantener para evitar un gran deterioro en el aspecto técnico del valor.

[La cartera de acciones de Eduardo Bolinches para la sesión de hoy]

Por lo tanto, nos encontramos en un momento muy importante en donde el valor debe ser capaz de hacerse con la resistencia de los 14,36 euros para alejar el fantasma de la recogida de beneficios con el consiguiente riesgo de acabar perdiendo la media móvil de largo plazo que sí que traería importantes problemas para el medio plazo.