Todo el mundo es alcista en bolsa con pensamientos de lo que va a salir bien de la próxima reunión de la Fed al subir solo 25 puntos básicos los tipos de interés, en lugar de medio punto porcentual.
Parece que el mercado opta por ignorar todo el riesgo que existe actualmente en ellos, en una especie de amaño por parte de la Fed en la que se aparenta que todo va bien y está bajo control.
También iba todo estupendamente bien con Bernie Madoff hasta que los inversores no pudieron recuperar su dinero. Pero hasta antes de su implosión en 2008, las ganancias extraordinarias que proporcionó durante muchos años no fueron jamás cuestionadas.
[Consulte aquí las claves operativas del Ibex 35, según el analista Eduardo Bolinches]
Y realmente lo mismo se puede decir sobre la política monetaria de los últimos tiempos. Hasta que estalle con una dislocación extrema, la política de manipulación de los mercados permanecerá totalmente incuestionada. Además, se ha convertido en la principal razón para ignorar todos los riesgos y asignar mal el capital sin la menor preocupación por la valoración o la recesión inminente.
Esta semana que entra, vamos a tener a la Fed subiendo los tipos de nuevo y todavía no se están oyendo las voces de los expertos diciendo que el hecho de que las tasas de referencia se encuentren en niveles demasiado restrictivos y el balance demasiado flexible está haciendo que la economía implosione, pero no los mercados de valores.
Tal y como podemos ver en el gráfico anterior, lo que se consigue es una divergencia abismal entre la fantasía y la realidad.
[La cartera de acciones de Eduardo Bolinches para la sesión de hoy]
Se está abriendo una brecha brutal entre las acciones y los datos fundamentales. La inflación provocada por la oferta está en la etapa final, pero se mantendrá mientras que el dinero que sale huyendo de las acciones tecnológicas se absorba por el resto del mercado bajo la creencia de muchos gestores de que no nos encontramos en el final de un ciclo.