Wall Street iniciaba una nueva semana en positivo, después de que la anterior registrase su mayor incremento semanal desde junio. Detrás del buen comportamiento de los principales índices de la Bolsa de Nueva York se encuentra la posibilidad de que la Fed afloje el ritmo en las próximas subidas de tipos.
El Dow Jones subía un 0,57%, hasta los 31.255,79 puntos; mientras que el S&P 500 avanzaba un 0,40%, hasta los 3.767,74 enteros. Además, el Nasdaq sumaba un 0,07%, hasta los 10.867,07 puntos.
La apertura con tendencia mixta de Wall Street tenía lugar tras las fuertes subidas registradas la semana pasada, cuando el Dow Jones subió un 4,89%; el S&P 500, un 4,7% y el Nasdaq, un 5,2%.
El parqué neoyorquino ha operado generalmente a la baja por el temor a la que las agresivas subidas de tipos de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) para atajar la alta inflación arrastren a la economía a la recesión. Sin embargo, el viernes la tendencia cambió al trascender que está preocupado por esa posibilidad.
Durante la mencionada sesión “se habló mucho sobre la posibilidad de que la Fed opte en la reunión de su Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de diciembre por un alza de sus tipos de 'solo' medio punto porcentual, algo que, de confirmarse, indicaría que el final del proceso de alzas de tipos oficiales estaría más cerca de lo esperado”, subrayan los analistas de Link Securities.
[El último hilo de esperanza en Wall Street]
Según los datos recogidos por estos expertos, el mercado sigue contemplando con una probabilidad del 50,5% un alza de 75 puntos básicos en esa reunión, aunque el jueves ésta era del 75,4%. Ahora de una probabilidad del 47,4% que sea de sólo 50 puntos básicos frente a la del 24,2% anterior
Aunque se espera que la Fed suba los tipos de interés 75 puntos básicos en noviembre, pero está valorando la posibilidad de moderar las subidas pronto para reducir el riesgo de una recesión aguda, una perspectiva que generó suspiros de alivio en los mercados.
Las expectativas de que la Fed sea menos agresiva aliviaban la escalada de la rentabilidad de la deuda del país. En el arranque de la jornada bursátil, y tras haber tocado la semana pasada máximos de 2007, el interés del bono estadounidense a 10 años se situaba en el 4,2%, propiciando los avances de la renta variable.
A la espera de la decisión que la próxima semana tome el banco central estadounidense, la que acaba de empezar cuenta con varias referencias económicas de relevancia. Se conocerá el producto interior bruto (PIB) de Estados Unidos correspondiente al tercer trimestre del año, así como el deflactor del consumo privado subyacente -la medida de inflación favorita de la Fed- de septiembre.
Pendiente también de la publicación de indicadores sobre la actividad en el sector manufacturero y de servicios, la temporada de presentación de resultados sigue en marcha. Alphabet, Microsoft, Apple y Amazon presentarán sus resultados a lo largo de la semana.
De las 99 empresas del S&P 500 que presentaron beneficios en el tercer trimestre hasta el viernes, el 74,7% superó las expectativas de los analistas, según las estimaciones de Refinitiv. La media a largo plazo es del 66,2%.
[El PIB de China creció un 3,9% en el tercer trimestre]
“Los informes de resultados de las cuatro mayores empresas estadounidenses por capitalización bursátil podrían poner a prueba el incipiente repunte de Wall Street, ya que las acciones se recuperan de los últimos mínimos”, recuerdan en Reuters.
Por otro lado, las compañías chinas cotizadas en la Bolsa de Nueva York sufrían fuertes caídas tras el final del XX Congreso del Partido Comunista de China (PCCh), en el que su líder, Xi Jinping, obtuvo un inédito tercer mandato y consiguió copar la cúspide de la formación con sus fieles.
Según un informe de Goldman Sachs recogido por Efe, la preocupación de los inversores se debería a la "ausencia de reconocidos reformistas económicos orientados al mercado" entre los siete miembros del nuevo Comité Permanente del Politburó, el todopoderoso órgano rector del PCCh.