España ha celebrado este jueves la primera subasta de deuda septiembre y en ella ha tenido que volver a recurrir a rentabilidades no vistas desde 2014 para mantener el apetito de los inversores. Exactamente, el Tesoro Público ha colocado 5.369 millones de euros.

El organismo dependiente del Ministerio de Economía ha captado dicha cantidad a través de la emisión de cuatro denominaciones distintas de deuda a medio y largo plazo. En todos los casos, han salido a un mayor interés, lo que supone un coste superior para el Estado.

El mayor volumen de deuda emitido este jueves ha sido en bonos a tres años, de los que se han vendido 1.700 millones de euros, a un interés marginal del 1,817%, frente al 1,437% de la puja anterior. 

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Por su parte, en deuda a diez años, España ha adjudicado 1.667 millones de euros, con un rendimiento marginal del 2,822%, el más elevado desde 2014, y superior al 1,991% de la subasta previa.

En deuda a treinta años, el volumen colocado ha sido de 1.587 millones de euros. El interés ha pasado del 3,217% previo, al 3,346% de la subasta de este jueves.

Por último, el Tesoro ha subastado obligaciones a quince años ligadas a la inflación en la zona euro, de las que ha vendido 415 millones. El rendimiento de este tipo de deuda ha pasado a ser positivo, del 0,616%, frente al -0,096% anterior.

En total, el Tesoro ha vendido esos 5.369 millones, un volumen que se ha colocado en la parte media del objetivo previsto por el Tesoro, que esperaba captar entre 4.250 y 5.750 millones de euros.

Demanda

Pese a un nuevo alza del interés, la demanda por parte de los inversores ha superado los 9.600 millones de euros, con lo que la ratio de la subasta -diferencia entre lo solicitado y lo finalmente colocado- ha sido de 1,7 veces.

El Tesoro ha vuelto al mercado en un momento en el que se han avivado los temores entre los inversores a la recesión, ante las perspectivas de que los bancos centrales seguirán subiendo los tipos de interés y de que podrían hacerlo de forma más abultada.

Ya en los últimos meses el organismo ha tenido que remunerar más a los inversores por los títulos de deuda, coincidiendo con las subidas de tipos de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) y la decisión del Banco Central Europeo (BCE) de elevar los tipos de interés en 50 puntos básicos. 

Los inversores han empezado a valorar que ambas instituciones incrementen sus tasas de referencia 75 puntos básicos en las citas que celebrarán en septiembre. La del BCE tendrá lugar el próximo jueves, día 8, mientras que la reunión del Fed será el miércoles 21.

Reuniones

Tras esta subasta, el Tesoro volverá a los mercados el próximo martes 6 de septiembre para adjudicar deuda a corto plazo, con una subasta de letras a seis y doce meses. Posteriormente, el organismo lanzará el 13 de septiembre una emisión de letras a tres y nueve meses, y el día 15, otra de bonos y obligaciones del Estado.

De acuerdo con la estrategia de financiación, el Tesoro mantiene en 75.000 millones la previsión de emisión de deuda neta para 2022, prácticamente similar a la cifra de 2021 (75.138 millones), mientras que estima que la emisión bruta se reduzca un 10% respecto al año pasado, hasta los 237.498 millones de euros.

Al igual que en los últimos años, el grueso de la emisión bruta prevista se concentrará en letras del Tesoro y en bonos y obligaciones del Estado.