Tesla se perfila como la gran beneficiada de la ruptura entre Twitter y Elon Musk. La compra de la red social por parte del también CEO del fabricante de coches eléctricos ha lastrado la cotización de la compañía. Por el contrario, sus acciones han subido cada vez que la operación ha estado en peligro.
El último ejemplo es lo sucedido este viernes. Varios medios estadounidenses se adelantaron y alertaron sobre la viabilidad de la compra antes de publicarse el documento oficial que Musk envió a la Comisión del Mercado de Valores de EEUU (SEC, por sus siglas en inglés).
La cancelación de la operación se conoció al cierre de una sesión bursátil en la que Tesla subió un 2,5% gracias al impulso del rumor.
En la actualidad, la cotización de la tecnológica se sitúa en los 752,3 dólares por acción. Sus títulos se encuentran, por tanto, un 30,7% por debajo de los 1.145 dólares en los que se encontraban el 4 de abril. Ese día se conoció que Musk era el propietario del 9,2% de Twitter.
Diez días después -el 14 de abril- el multimillonario decidió lanzar una oferta pública de adquisición (OPA) sobre el 100% de la plataforma de microblogging. En esa sesión, Tesla perdió un 3,7% de su valor en el mercado. Mayor fue la caída que registró la compañía cuando Twitter dio el visto buena a la compra. Esa jornada se dejó un 12,18%.
Por el contrario, las acciones de Tesla subieron un 5,71% en el momento en el que Musk decidió aparcar “temporalmente” la compra de Twitter, a la espera de conocer más detalles sobre la proporción de cuentas falsas y bots sobre el total de usuarios activos de la red social.
Y lo mismo ocurrió cuando el magnate pidió pruebas al respecto como condición para seguir adelante con su oferta. La subida del fabricante de coches eléctricos superó de nuevo el 5%.
Sobre la cotización de Tesla han pesado varias cuestiones relacionadas con la adquisición de Twitter por parte de Musk. Todas ellas están relacionadas con una menor vinculación del también fundador de SpaceX con el fabricante de coches.
El plan del multimillonario para conseguir los 44.000 millones de dólares necesarios para llevar a cabo la operación establecía, en un primer momento, el pago de 21.000 millones de capital y el resto, en deuda.
Miedos
Unos 13.000 millones de dólares estaban garantizados por los activos de Twitter y otros 12.500 con un préstamo de la banca respaldado con sus propios títulos de Tesla. En la actualidad, Musk es su principal accionista con una posición del 15,72%, equivalente a 163 millones de acciones.
Finalmente, ese préstamo se redujo a la mitad, después de haber recaudado 7.140 millones de varios inversores. A pesar de ello, en los últimos meses los inversores han temido que -debido a las caídas registradas por Tesla- Musk tuviera que deshacerse de un porcentaje mayor de la compañía.
Cuanto menor fuese el precio por acción del fabricante de coches eléctricos, más títulos harían falta para hacer frente al mencionado préstamo.
Además, el mercado ha expeculado con la posibilidad de que Musk tuviera que vender un pedazo de su paquete accionarial para conseguir parte de los 21.000 millones de dólares que necesitada. De hecho, a finales de abril, el hombre más rico del mundo vendió acciones de Tesla por valor de 4.000 millones.
Bitcoin
Por último, los analistas advertían de que, si la operación tenía éxito, Musk podría limitar su dedicación a Tesla para centrar sus intereses en Twitter.
Desde que arrancó 2022, el fabricante de coches eléctricos ha perdido cerca de un 29% de su valor en Bolsa. Y lo ha hecho a pesar de que en el primer trimestre del año logró multiplicar por más de siete sus beneficios, que alcanzaron los 3.318 millones de dólares.
En contra de la empresa tecnológica ha jugado su apuesta por el bitcoin. En febrero de 2021 invirtió 1.500 millones de dólares de su tesorería en la criptodivisa más famosa del mundo.
La caída que desde entonces sufre el bitcoin -del 44%- implica que la posición de Tesla vale ahora menos de 850 millones.