Los altos precios del petróleo y de las materias primas están obligando a la Fed a acelerar sus planes de ajuste. Y como era de esperar están utilizando la herramienta equivocada para luchar contra el problema equivocado.
Las subidas de tipos son la solución para el lado de la demanda. Sin embargo, la escasez de productos básicos provocada por las sanciones y restricciones a Rusia están generando un problema en el otro lado de la línea, en el de la oferta. Y mucho me temo que el resultado final de esta táctica fallida será un colapso de la demanda junto con un exceso de oferta mundial.
Esta mala gestión económica generada bajo la suposición omnipresente de que los mercados no responderán racionalmente a los precios hinchados hará que los precios de todo, especialmente de los activos de riesgo, seguirán subiendo mientras la Fed ajusta la liquidez a un ritmo jamás visto en décadas que nos llevará a un inevitable colapso deflacionario de los activos.
De hecho, los precios vertiginosos de las materias primas tanto al alza como a la baja están provocando "margin call", llamadas para que los inversores aporten más garantía por parte de los brókeres y obligando con ello a los inversores operar con menos importes y reducir su actividad, expulsando la liquidez de los mercados y exacerbando las fluctuaciones de los precios según reportan los intermediarios más importantes del mundo.
Ahora, los consumidores están siendo presionados desde todos los francos y direcciones: bienes duraderos, precios de la vivienda, tasas de interés, precios de alimentos, precios de automóviles, precios de productos básicos.
Se está generando un engaño masivo ya que la inflación siempre ha sido un fenómeno monetario y, sin embargo, la Fed ahora no está viendo que lo que estamos sufriendo es una inflación distinta provocada por el lado de la oferta en donde un ciclo de subida de tipos no le afecta de igual manera.
El precio de la vivienda en EEUU ha subido enormemente en el último año y está provocando distorsiones masivas en la oferta y la demanda. A los compradores se les ha dicho que los precios de las viviendas y de los tipos de las hipotecas solo pueden subir más y más, por lo que se han puesto a comprar como locos.
De hecho, la demanda se ha visto acelerada aún más por los llamados compradores automáticos, es decir, fondos de cobertura que están comprando casas a lo largo y ancho de EEUU para empaquetarlas bajo obligaciones de deuda garantizada, los famosos CDO, en una especie de regreso al pasado de la crisis inmobiliaria de 2008 pero con la diferencia que en lugar de empaquetar las hipotecas, están empaquetando los ingresos por alquiler.
Por su parte, las constructoras de viviendas están respondiendo racionalmente como cabría de esperar, es decir, construyendo tantas viviendas como les es posible como si no existiera un mañana en un intento de aumentar sus beneficios por exceso de demanda.
Así que no deberíamos esperar muchos meses para sufrir otro gran desajuste entre la oferta y la demanda al final del ciclo.