La reciente escalada de la prima de riesgo se anota un nuevo hito al rebasar los 100 puntos básicos. El diferencial entre la rentabilidad que los inversores exigen a los bonos españoles a diez años frente a los alemanes no era tan amplio desde junio de 2020. La búsqueda de refugio inversor ante la incertidumbre procedente de Ucrania y la determinación de los bancos centrales para subir tipos dan lugar a este engorde.
Hace exactamente diez días, el bono español a una década rebasaba tipos del 1% por primera vez en los últimos 33 meses. Una cota que, entonces, se traducía en una prima de riesgo de 80 puntos básicos. En algunos compases de negociación en el mercado secundario de deuda este lunes se alcanzaban incluso diferenciales superiores a los 105 puntos.
A pesar de este repunte en la prima de riesgo, no ocurría lo mismo en la rentabilidad de los bonos, que este lunes se relajaba debido al regreso de dinero inversor a los bonos soberanos. Así, el rendimiento exigido a los papeles españoles se situaba en el entorno del 1,23%.
Repunte en periféricos
No obstante, la relajación era mucho mayor en los bonos alemanes, percibidos como refugio por excelencia en el mercado europeo de renta fija. Así, llegaban incluso a marcar tipos inferiores al 0,2% en algunos compases de la sesión. Una divergencia que resultaba en más presión para los papeles de las economías de la Eurozona consideradas periféricas.
En este escenario, los bonos a diez años emitidos por Italia marcaban un rendimiento del 1,9%. Una cota que implica un diferencial de 170 puntos básicos con el 'bund' y casi 70 puntos frente a la deuda española al mismo plazo.
En el caso de los papeles emitidos por Portugal, el interés se situaba este lunes en el 1,11%, lo que daba lugar a una brecha de casi 90 puntos frente al 'bund' alemán. Mientras tanto, la rentabilidad de los bonos griegos a diez años superaba el 2,6%, con una prima cada vez más cercana a los 240 puntos básicos.
Hace una semana, la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, explicó ante el Comité de Asuntos Económicos del Parlamento Europeo no va a precipitarse en un endurecimiento prematuro de la política monetaria. Además, aseguró que utilizará todos los instrumentos a su disposición para evitar que las primas de riesgo se disparen, como ocurrió durante la crisis de deuda entre 2010 y 2012.