Las bolsas respondieron a la baja ante la sorpresa provocada por el radical cambio de discurso de Christine Lagarde. La presidenta del Banco Central Europeo (BCE) ya no se compromete a garantizar un 2022 libre de subidas de tipos después de haber defendido este escenario con vehemencia. El Ibex 35 se salvó de caídas más profundas gracias al tirón de los bancos, animados en su mayoría por este giro.
El índice de referencia español cayó un 0,27% hasta los 8.689,4 puntos, de manera que se descolgó por la mínima de los 8.700 que había logrado mantener en los últimos dos días. Sin embargo, el retroceso fue poco si se considera que el DAX alemán perdió un 1,6% y el CAC 40 francés se dejó un 1,5%.
Una vez más, como ya ocurrió cuando la Reserva Federal de EEUU (Fed) abrió la puerta a adelantar su retirada de estímulos, los valores financieros celebraron la cercanía de tipos más altos que mejorarían la rentabilidad de su negocio primario: prestar dinero. Sin embargo, hubo una excepción de la regla en la cesta de valores del índice español.
Mientras que Banco Sabadell subió un 6% y CaixaBank sumó un 5,5% a su gráfica, seguido del 3,9% del Santander, las acciones de BBVA se anotaron un retroceso del 2,1%. Y que en algunos compases de la sesión rebasaron el 4%, pues sus resultados anuales no convencen.
La entidad presidida por Carlos Torres sufrió el castigo de los inversores a pesar de haber triplicado beneficio, hasta los 4.653 millones de euros al cierre del ejercicio 2021. Y también aun después de haber ratificado su compromiso de retribución al accionista a través de dividendos y recompras.
El otro foco en el índice español se situó sobre Siemens Gamesa. A pesar de que a primera hora conseguía un voto de confianza del mercado, con alzas de más del 1%, su gráfica se decantó por descensos del 1,8% al cierre tras conocerse que la renovable acumuló pérdidas por 403 millones de euros. Y solo un día después de haber anunciado el relevo de su consejero delegado después de tres profit warning en nueve meses.
Más profundas que las caídas de la renovable fueron las de Solaria (-4%), Laboratorios Rovi (-3,2%) y Fluidra (-2,6%), entre otras. Algunos pesos pesados como Iberdrola, Cellnex e Inditex también perdieron más de un 2% de su capitalización este jueves.
Con todo ello, el desplome de varias grandes tecnológicas estadounidenses en Wall Street tampoco ayuda a insuflar ánimos en las bolsas europeas. Entre los descensos más profundos en Nueva York, la caída del 20% de Meta Platforms, la matriz de Facebook, a consecuencia del fiasco de sus cuentas anuales.
A pesar del retroceso, el Ibex 35 consiguió el objetivo de aguantar por encima de sus mínimos del martes pasado, en los 8.665 puntos, al cierre de la jornada. Haber perforado esta cota habría supuesto una puerta abierta a descensos más notables y un mayor distanciamiento de los 8.700 puntos recuperados hace solo tres días.
Más allá del índice rey, Unicaja sumó un 3,2% en la jornada en la que publicó unos resultados anuales marcados a fuego por la integración de Liberbank. Los beneficios de la entidad se dispararon hasta los 137 millones de euros.
En cuanto a la agenda financiera del día, la principal referencia macroeconómica llegó con los índices PMI del sector servicios. En España, donde este sector goza de un peso importante en la economía, vuelta a la contracción con solo 46,6 puntos contra todo pronóstico. Una situación que se repitió en la vecina Italia.
Sin embargo, la verdadera clave de la jornada vino desde Fráncfort, donde la falta de conexión entre el comunicado oficial del BCE y el discurso de su presidenta provocó un fuerte impacto en el mercado secundario de bonos. El 'bund' alemán de referencia en la Eurozona llegó a cuadruplicar su rentabilidad, hasta el 0,159%. No obstante, al cierre, se quedó más cerca del 0,14%.
Los analistas esperaban que el tono más hawkish desplegado por la Reserva Federal de EEUU (Fed) también calase a esta orilla del Atlántico, pero no de una forma tan poco estructurada. Además, el Banco de Inglaterra procedió por primera vez desde 2004 a ejecutar dos subidas consecutivas de tipos, que por tanto ya alcanzan el 0,5% en Reino Unido.