El tiempo apremia. Un buen puñado de sicavs acelera en estos días los planes para su desmontaje ante la imposibilidad de cumplir con los nuevos requisitos de Hacienda para mantener sus ventajas fiscales. A falta de dos semanas para que se consume el plazo, son cada vez más las sociedades de este tipo que anuncian o ratifican su inminente liquidación.
Aunque el aluvión de notificaciones se espera para última hora, como suele ser habitual en estos casos, son muchas las sicavs que han querido adelantar la tarea. Así, son cada vez más -y varias cada día- las que oficialmente están comunicando ya sus planes para desaparecer o, en el mejor de los casos, adoptar otras figuras societarias y esquivar así el profundo escrutinio de Hacienda.
Una de las que esta semana ha comunicado su inminente adiós es Madaca Gestión, vinculada con la familia andaluza Rivas Alonso, responsable de Editorial Merial SL, una firma especializada en manuales de economía y simulación contable. Su consejo de administración ha convocado junta para el próximo día 11 de febrero con el fin principal de proceder a su “disolución y liquidación”.
Orden del día
Este proceso incluye, puntos como el cese de los consejeros, el nombramiento de un liquidador, la revocación del auditor de cuentas y la solicitud de baja en el registro de sicavs de la propia CNMV. También se presenta al voto de los accionistas la aprobación del proyecto de división entre los accionistas del haber social resultante de la liquidación y, por supuesto, la exclusión de negociación de sus acciones de BME MTF Equity, la plataforma de referencia en el mercado español para estas sociedades.
Conforme a la normativa aprobada por el Gobierno para intensificar el control de las sicavs como vehículos de inversión colectiva, el plazo para hacer lo que esta firma acaba el próximo 31 de enero. Al término de ese día, las cerca de 2.300 sicavs que siguen en activo actualmente en España deben informar a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de su adaptación al nuevo marco regulatorio, su conversión en otra forma de sociedad o su disolución.
Cambio social
Entre los requisitos más significativos para seguir beneficiándose de las exenciones fiscales que rigen para estas sociedades, destaca el de su mapa accionarial. En este sentido, las sicavs que quieran seguir funcionando como tales y tributando al 1% en el Impuesto de Sociedades deben demostrar una distribución de su capital entre un mínimo de 100 accionistas que, individualmente, deben acreditar posiciones por un mínimo de 2.500 euros.
Una de las que ha optado por el cambio de figura social para mantener su actividad aunque con una tributación más alta, pero libre ya del estrecho escrutinio de Hacienda, ha sido Grupo de Inversiones Gestión 10. En su caso, ha señalado su voluntad de convertirse en “una sociedad anónima” cuyos estatutos están aún en redacción pero que ya tiene denominación: Gestión y Soluciones Spiro.
La opción de Moalromo Sicav ha sido también la del cambio de fórmula societaria, aunque en este caso el que era hasta el momento su accionista único ha preferido decantarse por una sociedad limitada. Una decisión que, según se ha transmitido a la CNMV, se tomó ya el pasado 31 de diciembre, si bien se ha procedido ahora a su comunicación formal.
El rumbo de la liquidación es el que han elegido los responsables de Indalia Finanzas y de Lempira Sicav, que precisamente en 2020 fue una de las sicavs más rentables de todo el mercado español. Con una revalorización del 28,5%, el vehículo gestionado por Gesiuris se colocó en el noveno puesto de todo el ranking nacional empatada con 1948 Inversiones, que todavía no ha aclarado su destino próximo.
Fusiones: la patada adelante
En otros casos, los dueños o principales accionistas de las sicavs han optado por fusionar sus vehículos de este tipo. Así lo ha anunciado ya el fundador de Pronovias, Alberto Palatchi, con la próxima integración de Herprisa Inversiones en Gesprisa Inversiones. Lo mismo ocurrirá con ITH Bolsa y Averrejit, presididas por Alfonso Fernández-Miranda, socio de Ramón y Cajal Abogados, que se unirán en un único vehículo inversor.
Los cálculos de la industria son que un 80% de las sicavs echarán el cierre en los próximos meses. Una merma que supondrá la práctica desaparición de estas sociedades en el mercado español. Muchas de ellas ya habían optado hace tiempo por su transformación, disolución o traslado hacia mercados más amables conforme el ruido político las señalaba con una fuerza cada vez mayor.
Actualmente, las sicavs atesoran un patrimonio conjunto de 29.0006 millones de euros, según los datos más actualizados facilitados por la consultora especializada VDOS. Dado que la ley establece un periodo de gracia de seis meses desde la celebración de las juntas de accionistas de este año, la previsión es que de aquí al primer semestre de 2023 desaparezcan del mapa cerca de 20.000 millones de esta suma.
Su destino, por decidir en muchos casos en los próximos 15 días. Las opciones pasan por su distribuirá en otros vehículos de inversión o su cambio en otras figuras societarias, su traslado a instituciones domiciliadas en otros países o su reintegro al bolsillo de unos inversores en retirada.