El camino hacia una economía más ética, más social y más sostenible
Los criterios ASGA se han convertido en la guía de referencia para las inversiones en la actualidad, y cada vez más compañías tienen en cuenta estos criterios, entre los que destacan la protección del medioambiente y la responsabilidad social.
25 noviembre, 2021 06:01La reciente publicación del estudio “La Inversión Sostenible y Responsable en España 2021”, elaborado por Spainsif, ha puesto de manifiesto que la inversión sostenible en España ha superado por primera vez a la inversión tradicional y que la integración de criterios ASG se impone como principal estrategia en el sector. Según datos de este mismo estudio, la Inversión Sostenible y Responsable ha alcanzado los 345.314 millones de euros gestionados en España, lo que ha supuesto un incremento del 21% respecto a 2019. Y si hablamos de activos ASG (ambientales, sociales y de buen gobierno), ya suponen el 54% frente a los tradicionales.
En cuanto a los tipos de inversión que incluyen criterios ASG, estos incluyen una amplia gama de tipología de activos, tanto en la selección de acciones de empresas, fondos de inversión, sociedades de inversión de capital variable (SICAV’s), fondos cotizados (ETF’s por sus siglas en inglés), o renta fija gubernamental o corporativa, entre otros. Y dependiendo de la tipología de instrumento financiero, los factores o métodos empleados son distintos. Por ejemplo, en el caso de la deuda soberana, se analiza y evalúa el rendimiento del país en función de los factores ASG y de potenciales cuestiones controvertidas. Esta información se utiliza para comparar diferentes países y poder llegar a conclusiones de ponderar más la inversión en unos respecto a otros.
Los factores ASG desvelan mucha información sobre cómo se sitúa la estrategia comercial de una empresa o un país ante los desafíos y oportunidades del futuro. Por lo cual, integrar los criterios ASG refuerza el proceso de toma de decisiones de inversión y mejora a largo plazo la rentabilidad ajustada al riesgo. Para ello, es fundamental el uso de datos de alta calidad para una exitosa integración de criterios ASG.
Si nos detenemos a observar cómo están implementando esta modalidad de gestión desde las compañías, y cómo están incorporando estos criterios en la toma de decisiones de inversión, se constata que esta tendencia en alza prosigue con solidez el camino iniciado por algunas de las compañías pioneras en este tipo de inversiones hace más de una década.
Empresas que apuestan por finanzas sostenibles guiadas por criterios ASG
Compañías como Nationale-Nederlanden España, que ofrece soluciones de protección, pensiones y ahorro e inversión a corto, medio y largo plazo, y pertenece al Grupo NN, referente europeo en sostenibilidad, afianzan su apuesta por las finanzas sostenibles y la inversión socialmente responsable según criterios ambientales, sociales y de buen gobierno.
Dentro de su compromiso con la protección de las personas y el cuidado y preservación del planeta, Nationale-Nederlanden promueve la inversión sostenible desde su ámbito de negocio. Un ejemplo de ello son sus productos de ahorro y jubilación, muy alineados con la sostenibilidad. En esta dirección, la compañía acaba de anunciar que todos sus fondos de pensiones seguirán criterios de inversión sostenibles. Como novedad, destaca la incorporación de su plan de pensiones Nationale-Nederlanden Crecimiento Global del sistema Duplo Pensiones a esta modalidad incorporando criterios ASG en su toma de decisiones de inversión, y sumándose así a Nationale-Nederlanden Europa, su plan de renta fija mixta, que ya incorporaba este tipo de estrategia de inversión.
Asimismo, como agente social y económico, Nationale-Nederlanden ejerce su responsabilidad para que estas soluciones, además de proporcionar una rentabilidad a largo plazo para el cliente, tengan un impacto positivo en las comunidades en las que opera la compañía.
Por este motivo, la aseguradora se ha fijado como objetivo para 2023 que el 80% de sus inversiones sean ASG. Bajo esta premisa, las inversiones van dirigidas a instrumentos financieros o empresas que son medioambiental y socialmente responsables y que cuentan con mecanismos de buen gobierno, transparencia y anticorrupción. Esto significa que estas empresas cuentan con mecanismos ASG o, bien, tienen en cuenta estos indicadores en la toma de decisiones.
Esta apuesta por la inversión responsable se enmarca en el firme compromiso de Nationale-Nederlanden con la protección y el bienestar de las personas, así como el cuidado y la preservación del planeta que se traduce por la promoción de acciones de Responsabilidad Social Corporativa, diversidad e inclusión, sostenibilidad y protección del medio ambiente. Todo ello con el objetivo de cumplir con su propósito de ayudar a cuidar de lo que más importa.
Unas metas marcadas por la nueva estrategia corporativa de la Compañía, alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas y el Acuerdo por el Clima de París del que Nationale-Nederlanden es firmante a través del Grupo NN al que pertenece.
Un impacto positivo directo en el bienestar de personas y planeta
La inversión socialmente responsable tiene un impacto directo sobre el bienestar de las personas y el planeta, ya que se trata de aquellas inversiones que buscan la responsabilidad medioambiental, social y ética. Hablamos de proyectos y empresas que pueden estar relacionadas con múltiples sectores económicos pero que todas tienen el propósito de hacerlo sin causar impactos negativos a nuestro planeta y los que vivimos en él, y poniendo en marcha mecanismos de transparencia y buen gobierno.
Además, existen inversiones ASG que van un paso más allá y no solo buscan no generar daños ambientales o sociales, sino que buscan generar un impacto positivo, que ayude a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) marcados por Naciones Unidas para 2030.
Por ejemplo, una inversión ASG podría ser aquella que se hace en una empresa de energía renovable que no emite CO2 a la atmósfera (que, por tanto, no causa daños ambientales); pero también podría ser aquella en una empresa que se dedica a la instalación de infraestructuras de saneamiento en poblados de África (de esta forma, tiene un impacto positivo que ayuda, de manera directa, a alcanzar los ODS 3, salud y bienestar, ODS 6, agua limpia y saneamiento; y ODS11, ciudades y comunidades sostenibles).
Por tanto, además de generar valor para las comunidades y grupos de interés de las compañías, permite generar oportunidades y garantías para el avance del conjunto de la sociedad y conlleva una serie de ventajas adicionales a las cuestiones de carácter ético como la menor volatilidad de estos frente a otros productos de similares características. La capacidad para adaptarse a situaciones adversas de los fondos ASG es mayor que la de los fondos de características similares pero que no integran criterios ASG.
Bajo este paradigma, parece que el presente y el futuro de las finanzas se presenta mucho más social, ético y sostenible. Y las compañías no están solas ante este reto, ya que es un reto compartido por toda la sociedad. Así, no solo empresas sino también inversores, están cada vez más concienciados y más a favor de este tipo de inversión, sin renunciar a la rentabilidad.