Bloomberg tiene un listado, que actualiza a diario, en el que cuantifica la riqueza de los billonarios del mundo, medida por sus participaciones bursátiles. De este modo, aquellos cuya fortuna más ha crecido, coinciden con los que sus acciones más han subido, y al revés. 

Así pues, nos encontramos en los primeros puestos absolutos a los principales accionistas individuales de las grandes tecnológicas con la única excepción de Bernanrd Arnault, que se cuela en el tercer puesto a pesar de que el sector de su compañía LVMH, es el del lujo. 

El resto del listado está encabezado por Elon Musk (Tesla), seguido de Jeff Bezos (Amazon), en cuarta posición Bill Gates (Microsoft) seguido de Larry Page y Sergey Brin (Google), el séptimo es Mark Zuckerberg (Facebook), octavo Steve Balmer (Microsoft) noveno Larry Ellison (Oracle), y en el décimo lugar nos encontramos al inversor Warren Buffet. 

Es decir, sólo un europeo, y todos los demás estadounidenses, de nacimiento o de adopción (como Elon Musk, nacido en Sudáfrica). Si bien hay que apuntar que en el puesto once está Mukeh Ambani, empresario indio mayor accionista de Reliance Industries. 

Nuestro Amancio Ortega aparece en el puesto catorce, por delante del primer chino, Zhong Shanshan; y el otro castellanoparlante que sale entre los 80 primeros, el mexicano Carlos Slim, es el 18. 

El hombre más rico de Asia 

Zhong Shanshan es el principal accionista de Nongfu Spring  y de Beijing Wantai Biological Pharmacy Enterprise. Una auténtico desconocido en Occidente pero que ha desbancado a los famosos “tecnológicos” Ma Huateng (Tencent), Jack Ma (Alibaba) y Zhang Yiming (Tik Tok) que en primavera de 2020 llegaron a estar en el “top ten” con el declive bursátil norteamericano. 

En un país en el que en las ciudades pocos beben agua del grifo, él, que dejó la escuela con 12 años y fue albañil en su juventud, ha hecho su fortuna con el agua embotellada. 

Una auténtica rareza en el país que más exporta del mundo, que el más rico sea alguien que lo ha conseguido gracias sobre todo al consumo interno. 

Es un multimillonario novedoso ya que no fue hasta el año pasado que se hizo patente su fortuna, cuando Zhong Shanshan  colocó su agua mineral en la Bolsa de Valores de Hong Kong y, en la de Shanghái, su laboratorio Wantai Biological Pharmacy Enterprise, que invirtió en un nicho prometedor: los tests de detección del COVID-19. 

Reforzado por estas operaciones financieras, su ascenso es una de las acumulaciones de riqueza más rápidas de la Historia. 

Mayores movimientos de 2021 

Otra característica del listado es que se puede ver qué fortunas son las que más suben y cuales las que más bajan en lo que llevamos de año, y dado que sólo tiene en cuenta el valor de sus acciones, marca claramente la tendencia bursátil. 

Los que más han subido no ofrecen sorpresas ya que están los nombres de las cotizadas que mejor comportamiento está teniendo este año, aunque hay que destacar el caso de Elon Musk ya que en estos casi 11 meses ha ganado más dinero (122.000 millones de dólares) que toda la fortuna de Warren Buffet. 

Y también me gustaría citar al poco conocido Gautam Adani, cuarto (13º en el listado por su fortuna) del listado de multimillonarios cuya fortuna más ha crecido este año. 

Él es el fundador y principal accionista de Adani Group (multinacional india con diversos negocios entre los que destaca el desarrollo y las operaciones de los puertos del país), que en la bolsa de Bombay sube un 200% en estos casi 11 meses. Todo un ganador de la recuperación económica y comercial post-pandemia. 

Por el lado negativo tenemos varios nombres chinos, ya que su bolsa, en un año de ganancias globales, se ha comportado bastante mal, especialmente algunos valores tecnológicos que han visto mermados sus beneficios por las medidas tomadas por el Ejecutivo de Xi Jinping. 

El gran perdedor este año es Colin Huang, el fundador y principal accionista de la plataforma china de comercio electrónico Pinduoduo, que ha perdido este año más riqueza que nadie en el mundo… que se sepa. 

La fortuna de Huang se ha reducido en 30.000 millones de dólares, después de que las acciones de la empresa se desplomaran a medida que China reprimía a sus gigantes de Internet. Para que nos hagamos una idea de lo que supone, el presidente de Evergrande, Hui Ka Yan, tan “sólo” ha perdido 15.000 millones. 

En resumen, un gran año para los empresarios innovadores norteamericanos mientras que en otros países los negocios más tradicionales son los que han generado mayores fortunas. Y también queda evidenciado el mal año bursátil chino.