El 25 de octubre el Intercity, un modesto club, será el primero en cotizar en la bolsa española, en concreto en el mercado BME Growth, destinado a pymes. Es una colocación pequeña ya que el capital inicial del club apenas supera los 4 millones de euros pero seguro dará que hablar.
En otros países es habitual que haya clubes de fútbol cotizando; una vez que un equipo es una sociedad anónima, la idea de sacar parte de las acciones tiene sentido para encontrar financiación.
Esa es la idea original del mercado de valores, repartir parte de la propiedad (y parte de los beneficios), a cambio del dinero que aporten los accionistas. Que luego los accionistas vendan sus acciones a otros, eso ya es otro tema ajeno al motivo por el que una empresa cualquiera sale a cotizar.
Los impulsores de esta salida a bolsa confiesan que se les ocurrió la idea viendo los problemas de financiación del Hércules de Alicante a pesar de sus miles de aficionados, y dedujeron que si esos simpatizantes del club aportaran dinero a cambio de darles acciones, el problema quedaría resuelto.
Sin embargo, el club elegido no fue ese, sino uno más modesto que empezaron a trabajar desde la base y al que llamaron Intercity, nombre neutro que puede servir para cualquier ciudad, quizás con el pensamiento de poder “trasladarlo” llegado el caso.
Facephi
Los impulsores del Intercity son los mismos de la empresa de reconocimiento facial Facephi, hasta el punto que uno de sus fundadores, Salvador Martí, dejó la compañía para hacerse cargo del club de fútbol justo antes de la salida a bolsa.
Facephi es la historia de unos emprendedores que crearon un proyecto, fracasó y volvieron con otro que en 2020 ganó el premio a la Pyme del Año. Pero el camino está siendo duro.
Nacida en 2012, salió a bolsa en el Mercado Alternativo Bursátil (lo que hoy es BME Growth donde sigue) en 2014 con un avance del 110% en el primer día de cotización. Luego vivió años de desánimo bursátil a pesar del crecimiento de la empresa y hasta finales de 2019 –año en el que se revalorizó más de un 300%- no recuperó el precio de su debut bursátil.
A comienzos del año pasado todo parecía irle muy bien, incluso salió a cotizar en el Euronext Growth de París y no paraba de ganar contratos, con el hecho noticioso de vender tecnología de una pyme alicantina a la propia Corea del Sur.
Incluso este año ha ganado contratos importantes con Santander o Aena, además de estar presente en más de 25 países. Sin embargo, está lejos de recuperar los niveles de cotización pre-pandemia.
La idea del Intercity
A los fundadores de Facephi se les ocurrió adquirir un club de fútbol con la idea de llevarlo a bolsa años después, y así lo hicieron. Se quedaron con un equipo de San Juan (Alicante) a cambio de quedarse con su deuda de 20.000 euros y empezaron a invertir en él para que subiera de categoría.
El 17 de junio de 2017 empieza el proyecto en el que intentan involucrar a los socios de referencia de Facephi, y lo consiguen convertir en Sociedad Anónima Deportiva en noviembre de 2020.
Deportivamente han vivido tres ascensos, a costa de un desembolso de dinero que ellos mismos reconocen que era superior al que los competidores invertían en esas categorías, y el objetivo es llegar a segunda división en dos años.
La ventaja que tienen es que es un club sin deudas gracias a las ampliaciones de capital absorbidas por los actuales socios, que pronto serán muchos más tras la salida a bolsa, en principio, a 1,20 euros por acción.
Su idea es incluso pagar parte de los salarios de los futbolistas con acciones para involucrar a todos en el proyecto.
El primero en España
Es difícil de entender por qué otros clubes no han seguido este mismo camino, incluso alguno de los grandes que han dejado entrar en su capital a grandes inversores nunca se plantearon salir a bolsa.
El primero que lo hizo en el mundo fue el Tottenham Hotspur en 1983. Desde entonces otros muchos lo han hecho. Es más, en 2002 se creó un índice exclusivo para ellos, el STOXX Europe Football. Aunque en verano de 2020, en plena pandemia, decidieron dejar de calcularlo.
Estos eran los equipos que formaban parte de ese índice por países:
De Turquía: Galatasaray, Trabzonspor Sportif Yatir, Fernerbahce Sporfis Hizmet y Besiktas.
De Portugal: Sport Lisboa e Benfica, Futebol Clube do Oporto y Sporting.
De Dinamarca: Parken Sport & Entertainment, AGF, Brondby if B y Aalborg Boldspiklub.
De Italia: Juventus, As Roma y Lazio.
Además, estaban el holandés AFC Ajax, el Celtic del Reino Unido, el Olympique Lyonnais francés, el macedonio Teteks ad Tetovo, el sueco AIK Football, el polaco Ruch Chorzow y el alemán Borussia Dortmund.
Y, aunque no formaban parte del índice, también cotizan en bolsa el Silkeborg danés y los británicos Totteham Hotspur y Manchester United.
Como se puede apreciar, es anómalo que ningún club de la liga española se haya decidido a dar el paso cuando la necesidad de financiación es tan notoria, especialmente tras el duro 2020.
Los fan tokens
Además de la bolsa, de dejar entrar en el accionariado a socios financieros y del recuerso a la financiación bancaria, recientemente ha surgido una nueva forma, aún modesta, de consguir fondos para los clubes de fútbol: los fan tokens.
Estás "Fichas de aficionados" no son más que monedas digitales basadas en blockchain mediante las cuales se otorgan a los aficionados que las poseen derechos de voto, accesos a descuentos, experiencias, bonos, etc.
También se pueden utilizar como moneda de valor o como activo para generar ganancias por el incremento del valor del propio token.
Incluso en España hay equipos que las han emitido como el FC Barcelona, el Atlético de Madrid, el Valencia CF y el Levante UD, y, si bien aún es un mercado muy poco desarrollado, es otra forma de encontrar financiación sin necesidad de salir a bolsa.
El token “futbolero” con mayor capitalización de mercado es el Paris Saint-Germain Fan Token con algo más de 74 millones de dólares. Sin embargo, en el listado de tokens mundial, ocupa el puesto 339 (y el 484 por volumen de contratación), por lo que su importancia financiera es mínima.
El segundo es el Manchester City con 56 millones de dólares de capitalización, y el primero español es el Atlético de Madrid con 31 millones. Todos estos tokens se pueden comprar y vender en plataformas como Binance.
Aunque en general han subido bastante de precio los últimos meses, su revalorización es muy inferior a la de la mayoría de criptomonedas.
Dada la importancia creciente de las criptos esta es una opción de financiación para los clubes que puede tener mucho desarrollo, y que además no implica, como salir a cotizar en bolsa, una cesión de propiedad ni unas condiciones de trasparencia financiera que muchos clubes no quieren suscribir.
También tienen, como las acciones, un valor monetario con el que implicar a los propios jugadores con el equipo. El mayor ejemplo de ello lo vimos con el fichaje de Messi por el PSG, en que se incluyeron en el pago una cantidad no determinada de tokens del club.
¿Oportunidad de inversión?
Es muy probable que, al ser el primero, la salida a bolsa del Intercity sea un éxito. Pero es una empresa tan pequeña que no es representativa del sector y no se puede juzgar por ella lo que sería la salida a bolsa de un club de primera división.
Su mejor baza es que no tiene deuda y que su trayectoria deportiva los últimos años es bastante exitosa. De hecho, ese es el talón de Aquiles para los inversores de los clubes de fútbol cotizados: la fuerte dependencia de los resultados deportivos.
Por supuesto, si se compran acciones de un equipo modesto y éste va escalando posiciones hasta convertirse en un grande, las posibilidades de ganancia pueden ser enormes. Esa es la idea que pretenden vender los impulsores del proyecto Intercity, pero si hablamos de clubes ya consolidados que cotizan en bolsa, sus resultados son más bien discretos.
El citado índice de equipos de fútbol funcionó bastante peor que el Euro Stoxx, dando escasas alegrías a sus accionistas. Para los clubes es una buena forma de financiación (si bien los obliga a una total transparencia que podría no gustarles, por ejemplo imposibilitando la opción de retrasar el anuncio de un fichaje), pero la estadística dice que hay otros sectores mucho más rentables para los accionistas.
Además, la volatilidad es grande al calor de resultados, rumores (recientemente la Juventus subió un 18% tras el anuncio de la Superliga y los volvió a perder cuando se canceló), posibles fichajes, etc. y acaban comportándose en bolsa de forma muy similar a las apuestas deportivas. No obstante, seguro que muchos clubes de España están atentos a lo que le pase al Intercity para dar el salto al parqué también.