Este es un buen año para el Ibex, una rentabilidad cercana a los dos dígitos (más los dividendos ya repartidos que sumarán fácil otro 2% más) a estas alturas del año, son un buen resultado, aunque algo alejado de los de otras bolsas europeas vecinas.
Sin embargo, ahora comienza la etapa más estacionalmente favorable del año y las perspectivas no son malas, sobre todo si se confirma que los bancos siguen tan fuertes y que Iberdrola, el valor de mayor ponderación, ya ha marcado mínimos anuales.
El valor más destacado es sin duda Banco de Sabadell con un avance en estos poco más de nueve meses, superior al 100%. Capitaliza unos 4.000 millones de euros y hace menos de un año se barajó que fuera adquirido por BBVA por apenas 2.500.
Fluidra, Bankinter y BBVA (y eso que los tres han descontado dividendo) suben más del 50% en 2021, seguidos de Repsol (más del 40%) y, con más del 30% de rentabilidad, les siguen Santander y Arcelor.
Sin embargo, no todo son buenas noticias. Sin duda el valor que más puntos ha restado al Ibex, debido a su alta ponderación, es Iberdrola, y eso que tras el rebote de la semana pasada, “sólo” cae un 18% (llegó a perder casi el 25%).
Los valores que más caen
Solaria y Siemens Gamesa, con pérdidas que rondan el 40%, son con diferencia los valores que más caen en lo que llevamos de año, y dado que ambos pertenecen al mismo sector –las renovables- ahí podemos encontrar una pista de su comportamiento.
Pero si buceamos un poco más, nos damos cuenta de algo bastante curioso: Sabadell, el valor que más sube este año, fue el que más bajó del índice en 2020. En concreto cayó un 64,4%, por lo que ni con lo que sube este año está cerca de los niveles de cierre de 2019 para los que le falta casi un 30%.
Del mismo modo, Solaria (que entró al Ibex en octubre del año pasado) y Siemens Gamesa fueron los dos valores que más subieron en 2020 en el Ibex: +247% una y +112% la otra. Por lo que, a pesar de las bajadas de este año, siguen estando muy por encima de los niveles de cierre de 2019.
Esto quiere decir que podemos encontrar muchas sesudas razones para explicar los movimientos, y seguramente sean ciertas, pero que el que se corrija un exceso del mercado, también puede ser un motivo que explique y justifique algunas variaciones enormes de los precios.
Esto lo podemos también aplicar a otros activos como las materias primas: se pasaron de caídas en 2020, este año sobrerreaccionan, y quién sabe si el próximo año se volverán a ajustar.
Tendencias claras contra erráticas
Esto pasa en activos en los que no está clara la tendencia de largo plazo. Por ejemplo, el Nasdaq tiene tan clara su tendencia alcista que aunque pueda corregir, como pasó en primavera del año pasado, recupera rápido.
Sin embargo, el Ibex aún no ha vuelto a sus niveles pre-pandemia. Ni siquiera teniendo en cuenta los dividendos pagados.
Si nos fijamos en qué valores de los que más suben en 2021 también subieron en 2020 el más llamativo es sin duda Fluidra que casi triplica el precio de cierre de 2019.
Pero también está por encima del cierre de 2019 BBVA, más de un 20%, lo que nos da una idea de la fortaleza que este valor está demostrando en 2021. Como gran contraste, Santander aún está en negativo, por lo que en esa batalla que suelen tener nuestros dos grandes bancos, el vasco lleva una racha ganadora importante.
Repsol, a pesar de que el petróleo brent, con el que lleva una relación bastante paralela, está en máximos de siete años, aún cotiza casi un 20% por debajo del cierre de 2019 por lo que su subida de este año, se puede considerar una reacción a la sobrereacción bajista de 2020.
Comprar los valores más fuertes
Los expertos siempre dicen lo mismo: hay que comprar los valores fuertes, aunque parezca que están caros. Esto va contra la percepción general de invertir en aquello que está más “barato”. El problema es que solemos considerar barato lo que está a un precio más bajo que en otro momento más o menos cercano, y eso vale para hacer la compra en el supermercado pero no en la bolsa.
Lo único barato en inversiones es aquello que se puede vender a un precio superior en un futuro; por lo tanto, si no conocemos el futuro no es posible saber qué está barato y qué no.
Vista la subida de Banco Sabadell este año, sí que parece que es bueno comprar lo que antes ha caído mucho, pero si alejamos el foco, nos damos cuenta que, desde los casi 2 euros que tocó en enero de 2018, muchos han pensado lo mismo y comprado a precios que, incluso tras la subida de 2021, siguen generándoles pérdidas o, en el mejor de los casos, menos beneficios que habiendo invertido en valores que subían ya entonces como Fluidra.
Incluso el que compró en tendencia alcista acciones de Siemens Gamesa y Solaria, a pesar de lo mal que les va en el año, pueden estar ganando dinero aún, mientras que los que están perdiendo son los que lo han hecho comprando en la bajada de 2021.
Por eso los consejos de comprar por el dividendo o porque un valor ha caído mucho, no son muy fiables, es mejor hacer caso a los que arriesgan su propio dinero, y ellos siempre dicen lo mismo: hay que comprar los valores que están en tendencia alcista.
Nunca nadie va a comprar en mínimos haciendo caso a ese consejo pero tendrá más posibilidades de sumarse a una tendencia ganadora continuada, que comprando un valor que cae “esperando que rebote”.