Parte del argumento a favor de las criptomonedas, es que por su condición podían servir como una cobertura de mercado cuando a otros activos les fuera mal, al estilo del oro.
Sin embargo, en la tormenta que se desató el lunes por Evergrande, el activo refugio favorito de los inversores fue el dólar, esa divisa que, según los grandes defensores de las criptomonedas, debe desaparecer debido a su constante devaluación.
Es cierto que el valor de las divisas fiat o dinero fiduciario (aquel que según sus críticos lo es por decisión de un estado pero que no está avalado por un activo real) cae, y puede que el aumento de precio de los activos venga por esa debilidad.
Al haber cada vez más dinero en circulación debido a la política ultraexpansiva de los bancos centrales, éste exceso se concentra en comprar deuda, bonos, pisos etc.
Históricamente el valor refugio por excelencia era el oro pero en los últimos años este trono ha estado en peligro por las criptomonedas.
El bitcoin
Así como, para cubrirse de una posible caída de los activos de más riesgo (como las bolsas), la gestión clásica recomendaba tener una parte de la cartera en oro, y últimamente muchos defendían el uso del bitcoin.
¿Por qué el bitcoin? Teóricamente el bitcoin tiene la ventaja, respecto al dinero emitido por los bancos centrales, de no poder expandirse más: sólo puede llegar a haber 21 millones de bitcoin.
Se calcula que el 99% estará disponible para la próxima década de los 30 y el 1% restante podría tardar un siglo más: 2140. Es como una vuelta al patrón oro y encaja como explicación que se revalorice tanto a la par que las políticas de los bancos centrales se vuelven más y más agresivas.
A corto plazo no está funcionando
Lo cierto es que desde el último impulso alcista de las criptos, debido a la adopción del bitcoin como moneda oficial por parte de El Salvador, sus precios han caído con fuerza. Aquí vemos el último mes del bitcoin:
Y se han movido con una volatilidad muy alta, sin una correlación clara con el resto de activos, ni siquiera cuando este lunes parecía que una oleada de ventas en bolsa podrían hacerlas reaccionar.
Lo cierto es que funcionó lo clásico de vender renta variable y comprar renta fija y, como dijimos, el dólar fue más activo refugio incluso que el oro. Y las criptos fueron a lo suyo.
No significa que la inversión en criptomonedas sea buena o mala, sólo que parece que como activo de cobertura para inversiones en otros activos, no acaba de funcionar.
El motivo podría ser que quizás hay demasiadas criptomonedas diferentes y la especulación las está dominando y perdiendo el sentido original del bitcoin. De hecho, la mayoría pueden minarse sin límite, al igual que el dinero que emiten los bancos centrales.
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