Las acciones de Evergrande han caído hoy un 10% por el riesgo de quiebra por importe de 355.000 millones de dólares lo que le ha llegado a ser tratado como el Lehman chino por su cifra algo cercana a los 619.000 millones de dólares que supuso la caída de Lehman Brothers.
Hay un viejo dicho bursátil que dice que no debes coger un cuchillo cuando está cayendo puesto que lo más seguro es que acabes cortándote, sobre todo si el motivo de la caída viene provocada por la mala situación financiera de la empresa. Y aquí en España tenemos muchos casos.
Atrás quedaron en el olvido valores como Altos Hornos de Vizcaya, Nissan Motor Ibérica u otros no tan lejanos como Martín Fadesa, CAM, Banco de Valencia o Banco Popular.
Otros todavía se encuentran en la UVI financiera a la espera de conocer su futuro como Abengoa o Duro Felguera y otros han podido continuar con fuertes diluciones para sus accionistas como Pescanova, Dia o Service Point Solutions.
Estos son solo un ejemplo de los muchos casos que hemos tenido en España y ahora, salvando las diferencias por volumen, tenemos un gran problema con la situación financiera de Evergrande.
Sin embargo, este país tiene un gran número de inversores que se parecen más a jugadores de lotería, que buscan precisamente este tipo de empresas por el potencial de revalorización que tiene la cotización ante simples rumores de salvamento, oferta pública de adquisición o cualquier acción que repercuta en extender su agonía financiera más tiempo.
En en caso que nos trae, tenemos un monstruo difícil de justificar desde el punto de vista del sentido común más allá de la filosofía del comprador de un décimo de lotería: poco dinero con la esperanza de que aparezca un casi milagro desde el punto de vista estadístico. En este caso, ese milagro vendría en forma de rescate por parte del gobierno chino que es lo único que está haciendo que su cotización no esté bloqueada a cero.
Con su tendencia de largo rota a la baja desde que perdió los 5 dólares hongkoneses, se ha ido directamente a la zona de los 2,55 donde tiene una resistencia que duró 3 años romperla al alza, por lo que en principio es un soporte fuerte.
El problema es que más allá de pintar cuatro rayas con los siguientes soportes, todo está condicionado a que haya rescate porque de lo contrario acabará perforándolos todos. Así que de cerrar este martes de nuevo por debajo de los 2,55 dólares hongkoneses que ha perdido hoy, la idea es seguir su camino hacia cero con siguiente soporte fuerte en los 1,55 dólares hongkoneses.
Estos serían los dos puntos donde yo pondría esos 100 euros esperando el rescate del gobierno chino.