La suerte está echada, o prácticamente, en lo que toca a la oferta pública de adquisición (opa) de Euskaltel por parte de MásMóvil. Este viernes acaba el plazo de aceptación voluntaria de la oferta y los fondos oportunistas controlan un 21% del capital del operador vasco. De cuál haya sido su decisión dependerá en buena medida el éxito o fracaso de la compra.
Los fondos de inversión de perfil más oportunista no tardaron en llegar desde el momento en el que se anunció la oferta hace ahora cuatro meses. Desde entonces, su peso no ha hecho más que engordar, tanto por la entrada de nuevos vehículos como por el incremento de posiciones por el que muchos han optado desde su desembarco. De este modo se han convertido en pieza clave de la transacción.
Al frente de este grupo que roza una cuarta parte del accionariado de Euskaltel se coloca JP Morgan. La gestora del banco de inversión estadounidense se reconoce como titular de un 5,623% de la operadora, un paquete por el que recibiría una inyección de algo más de 110 millones de euros si acudiese a la oferta de MásMóvil.
Suma y sigue
En este caso, se da la circunstancia de que en las últimas semanas se ha ido produciendo un paulatino incremento de posiciones, conforme atestiguan los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Inicialmente, el pasado 10 de junio, en pleno arranque de la opa, la firma declaró un peso del 5,438% en la cotizada española después de seis años de ausencia en su capital.
Sin embargo, no es JP Morgan la firma que más ha engordado su cartera oportunista en este tiempo. Este puesto es para la gestora francesa Syquant Capital, que desde su irrupción con un 1,17% del capital en mayo ha pasado a aglutinar un 4,284% de las acciones de la operadora vasca. Un porcentaje que podría traducirse en 84,15 millones de euros si sus responsables deciden dar el sí a la puja que decae al cierre de la sesión de este viernes.
El elenco de oportunistas en cuyas manos está que MásMóvil refuerce su posición como cuarto ‘teleco’ española se completa con Magnetar Capital Partners (5,613%), Ciam Fund (3,35%), DWS (1,103%) y Citigroup (1,005%). Junto a ellos, la gestora del fondo de pensiones noruego Norges Bank declara un 1,663% del capital, pero conforme a los registros del supervisor esta posición se remonta -con altibajos- hasta diciembre de 2017.
Aunque ninguno de estos vehículos ha anunciado públicamente qué intención tiene con respecto a la opa, la estrategia que habitualmente suelen perseguir es engordar su cartera aprovechando retrocesos de cotización, derivados o colocaciones de otros inversores para luego acudir a la opa y arañar así rentabilidad para sus partícipes. De manera que el respaldo podría estar asegurado en buena medida entre este variopinto grupo.
El sí del consejo
De momento, los síes que MásMóvil se ha asegurado abarcan a un 56,8% del capital social de Euskaltel. Un porcentaje que se atribuye fundamentalmente a sus accionistas más relevantes, al frente de los cuales se sitúan Zegona Communications (21,438%), Kutxabank (19,882%), Corporación Financiera Alba (11%) y Abanca (4,48%).
De forma mucho más residual, sus consejeros, que han respaldado por unanimidad tanto el planteamiento como el precio de la oferta, para lo cual contaron con un informe independiente elaborado precisamente por JP Morgan. Entre los cuatro que reconocen posiciones apenas suman 35.810 acciones de Euskaltel. Un paquete equivalente a un 0,02% de su capital social que también se han comprometido a vender a MásMóvil.
Si todos los oportunistas acudieran a la oferta con la posición que hasta ahora declaran, la transacción estaría asegurada. En este sentido, el comprador se aseguraría el respaldo de un 77,7% del capital y su aceptación mínima está señalada en un 75%, conforme al folleto de la operación.
Exclusión a la vista
No obstante, el hecho de que no haya habido prórroga al plazo de aceptación inicial hace pensar en que las cosas pintan favorables para la operación. Con el cierre del plazo de adhesión voluntaria este viernes, MásMóvil solo ha consumido 24 días del máximo de 70 sesiones que prevé la ley de opas vigente en el mercado español. Si hay cuórum, la absorción podría quedar resuelta incluso a principios de agosto, según fuentes del mercado.
Sin duda, el objetivo último de acabar con los días de Euskaltel como cotizada al promover su exclusión bursátil también favorecerá el éxito de la opa. Y es que el riesgo de quedarse, si la aceptación resulta elevada, incluye una liquidez muy reducida y tener que asumir su retirada más adelante mediante compras forzosas a los mismos 11 euros por acción que se ofrecen hasta el cierre de este viernes.