Las cotizadas españolas tendrán más fácil conocer a los verdaderos dueños de sus acciones gracias a una nueva herramienta de BME, la sociedad rectora de las bolsas nacionales. El nuevo servicio de identificación puntual de beneficiarios últimos verá la luz el próximo 7 de junio.
BME ha informado en un comunicado de que este nuevo servicio se prestará a través de Iberclear, su depositario central de valores. Con esta herramienta se complementa el actual servicio de identificación de accionistas, de manera que se pueda llegar a los dueños últimos de una posición de inversión en el capital de cada una de las cotizadas españolas.
Esta identificación de inversores últimos se iniciará tras la solicitud a Iberclear por parte de los emisores. El depositario central enviará dichas peticiones a través de sus entidades participantes, que las trasladarán a los intermediarios siguiendo la cadena de custodia establecida. Así, Iberclear recibirá finalmente la información suministrada por estos para hacérsela llegar al emisor.
Nueva sede electrónica
Para llevar a cabo estas comunicaciones, que los intermediarios pueden realizar directamente o a través de un tercero autorizado, se ha habilitado una nueva sede electrónica de Iberclear. Esta ha sido creada en colaboración con la empresa tecnológica valenciana Indenova, que además permite consultar el estado en el que se encuentran las tramitaciones y, si procede, realizar cancelaciones.
El nuevo servicio facilitado por BME viene a recoger las exigencias establecidas por la transposición de la Directiva Europea SRD2, que hace referencia a los derechos de los accionistas y modifica la Ley de Sociedades de Capital.
Este sistema es especialmente útil para los casos en los que las participaciones de inversión en las cotizadas se toman a través de sociedades de cartera o firmas de inversión, especialmente si forman parte de un entramado societario más amplio. En aplicación de la nueva norma, las cotizadas tienen derecho a saber quién es la empresa o persona física última en la cadena de control societario a los que corresponden finalmente los derechos vinculados con su participación.