Los minoritarios de Abengoa mantienen firme su apuesta por la compañía. En un momento especialmente crítico para el futuro de la sevillana, con la venta de Abenewco 1 en curso, el sindicato de inversores Abengoa Shares ha seguido sumando adhesiones hasta alcanzar un 21,4% del capital.
Este nuevo umbral, que se aproxima a una cuarta parte de las acciones en circulación de Abengoa supone casi tres veces el montante con el que la sindicatura de accionistas vio la luz en enero. Entonces, su peso conjunto se reducía a un 7,8% del capital de la quebradiza compañía.
La expansión de Abengoa Shares no ha sido solo en porcentaje de capital, sino sobre todo en número de inversores adheridos. En la notificación remitida este jueves por sus responsables se explica que ya son 3.259 accionistas los que secundan la plataforma, es decir, 344 más que hace dos meses. Cuando comenzaron su andadura eran solo 1.241 inversores.
Remisión de ofertas
Esta actualización de posiciones se produce en un momento especialmente significativo para la compañía. De una parte llega solo unos días después de que la Guardia Civil registró las oficinas de Abengoa en el barrio sevillana de Palmas Altas. De la otra, y más importante, es que el administrador concursal de EY, Guillermo Ramos, ya ha comenzado a recibir ofertas por la compañia.
Los minoritarios de Abengoa no son ajenos a este proceso, ya que participan en primera persona en una de estas ofertas. Los miembros de Abengoa Shares han puesto sobre la mesa 200 millones de euros para hacerse con el control de Abenewco 1, la filial de la compañía que agrupa sus activos productivos más relevantes.
El montante que han previsto se distribuye, como publicó Invertia, entre 135 millones en préstamos y 65 en instrumentos financieros. En esta oferta también participan Ultramar Energy y el grupo Caabsa, el brazo inversor de los hermanos Amodio, actuales accionistas mayoritarios de OHL.
La inversión de este grupo está sujeta también a la solicitud de 249 millones de euros a la SEPI más las ayudas en avales y garantías que ya se han solicitado. Las fuentes consultadas por Invertia indicaron que la propuesta señala una primera fase de aportación de 35 millones de euros en préstamos garantizados y 15 millones de euros en bonos opcionalmente convertibles.
Nueve meses de suspensión
Cuando se estableció la sindicatura de minoristas, sus miembros señalaron que duraría "únicamente por el tiempo que la acción permanezca sin cotizar en el mercado de valores". Una situación que se viene prolongando desde el pasado 14 de julio, cuando el supervisor congeló sus acciones a la espera de más visibilidad sobre un plan de rescate que finalmente se reveló fallido y propició un nuevo concurso de acreedores en la sevillana.
En este contexto, la Sección Tercera del Tribunal de Instancia Mercantil de Sevilla anunció, junto con la aceptación de la declaración de la compañía en concurso voluntario de acreedores, la suspensión de la junta extraordinaria que los minoritarios habían conseguido convocar para el 4 de marzo con el objetivo de renovar el consejo de administración. Una medida que se justificó por la necesidad de nombrar a la administración concursal antes de celebrar una junta de tal trascendencia.
Los términos del acuerdo de sindicación, que sus firmantes califican de "gentlemen agreement" o "pacto de caballeros", contemplan que "los accionistas sindicados pueden volver a la compraventa normal de acciones en el mismo momento de su vuelta a cotización, sin más obligación que comunicárselo al representante de la sindicatura". Un horizonte que tras el regreso al concurso de acreedores parece más incierto.