El Ibex 35 despidió el primer trimestre del ansiado 2021 de la recuperación económica con una subida del 6,27%, hasta los 8.580 puntos. Una remontada apuntalada a fuerza de avances en la vacunación contra la epidemia de la Covid-19, pero sobre todo en la confirmación de una larga vida para los estímulos monetarios y fiscales desplegados hasta la fecha.
Los avances del índice español fueron de más de 500 enteros en números redondos. No obstante, el selectivo volvió a quedarse a la zaga de Europa, donde varios indicadores consiguieron acelerar a velocidad de doble dígito en estos tres primeros meses del año. Y eso por no recordar que mientras vecinos como el DAX alemán cotizan en máximos históricos, al Ibex 35 le queda aún un 17,5% para igualar sus precios previos al estallido de la pandemia, en los 10.083 puntos.
A pesar de la hazaña de haber remontado entre constantes dudas sobre la solvencia y la agilidad de la recuperación económica, a la postre los 8.600 puntos se le resistieron al índice rey de la bolsa española. Una circunstancia a la que sin duda contribuyó el mayor peso de los valores turísticos, para los que se sigue previendo una vuelta a la normalidad más difícil y lejana que en otras actividades económicas.
En este sentido, después de un arranque de año más decididamente alcista, marzo se consumó como un mes de vaivenes debido a las constantes dudas sobre el ritmo de vacunación global y el temor a que un inesperado repunte de la inflación difícil de manejar por parte de los bancos centrales. Y, a pesar de todo esto, un 4,3% al alza.
Mientras que los bancos centrales se afanaron en defender que las herramientas desplegadas hasta el momento serán suficientes para seguir acompañando la recuperación económica sin riesgo de sobrecalentarla ni tener que recurrir a subidas de tipos de emergencia, el despliegue de estímulos fiscales siguió a distinta velocidad en cada orilla del Atlántico. Mientras EEUU está a punto de liberar su plan de infraestructuras 'Build Back Better', el Tribunal Constitucional Alemán irrumpió para poner en peligro el calendario previsto para los fondos Next Generation.
Una decena por encima del 10%
A lo largo de este primer trimestre, cuatro cotizadas consiguieron avances superiores al 30%, mientras que otras siete repuntaron por encima del 20%. Las primeras fueron PharmaMar (+37,1%), animada por su promesa de multiplicar dividendo, Bankinter (+36,5%), que consiguió el visto bueno del Banco Central Europeo (BCE) para sacar a bolsa su filial aseguradora Línea Directa.
Al grupo se sumaron también Banco Sabadell (+34%) y el holding IAG (+31,7%), que a pesar de la reciente proliferación de medidas de restricción social en torno a la Semana Santa y la Pascua festejó la progresiva recuperación de rutas que facilita la reapertura de algunas fronteras y la luz al final del túnel que suponen las propuestas de pasaportes de vacunación.
Ocho a la baja
En el otro extremo de la tabla, solo ocho valores acumularon pérdidas desde que empezó el año hasta el cierre de marzo. Al frente de este grupo, Solaria sufrió un retroceso del 24,2% a consecuencia de las dudas despertadas en torno a la solvencia de su plan estratégico.
Los títulos de Red Eléctrica se dejaron un 11% en este mismo periodo, mientras que Grifols e Iberdrola prácticamente empataron un 5,9% a la baja. Siemens Gamesa (-5,5%), Cellnex (-4,1%), que aprobó su próxima ampliación de capital por 7.000 millones de euros, Aena (-3,2%) y Ferrovial (-1,8%) completaron el grupo.
Tipos al alza, prima estable
Mientras tanto, por el mercado secundario de deuda soberana, hizo mella la tensión en torno al posible regreso de la inflación. De los tipos del 0,055% a los que el bono español comenzó este 2021 al 0,333% que marcó en su última sesión de marzo, coincidente con el arranque de los días grandes de Semana Santa y el parón de la negociación en el mercado.
No obstante, la prima de riesgo permaneció más o menos estable a lo largo de todo este tiempo. Cierre en los 64 puntos básicos a consecuencia de movimientos muy parejos entre los bonos denominados periféricos y los de economías centrales de la Eurozona gracias a la decidida intervención del BCE.