Wall Street consiguió argumentos para seguir alargando la remontada con permiso del Dow Jones, que en las últimas sesiones se muestra como el más débil de los tres índices más seguidos. El repunte en pedidos de bienes duraderos así como la decisión de Alemania de prorrogar su paquete de estímulos frente a la Covid-19 facilitaron el ascenso.
Los inversores celebran la recuperación en la demanda de vehículos, aunque los analistas advierten que el dato es de julio, anterior a la proliferación de rebrotes en EEUU y Europa. Incluso cuando muchos se decantarán por la estrategia de esperar y ver a la espera de que arranque el simposio de banqueros centrales de Jackson Hole, que este año adopta un formato virtual.
Con este telón de fondo, el Nasdaq escaló hasta nuevos máximos en los 11.971 puntos con subidas del 2,1%, impulsado también por la estrategia desplegada por el Dow Jones para dar más peso al sector tecnológico en su cesta. El índice industrial, una vez más, quedó rezagado, pero creció un 0,3% que puso su gráfica en los 28.331 puntos. Un 1% sumó el S&P 500, que también se asoma a cotas récord con 3.479 enteros.
El siempre relevante dato de peticiones de compra de bienes duraderos, un termómetro de las decisiones de consumo e inversión de la población estadounidense, ha subido con fuerza un 11,2% en julio. En junio, el incremento fue solo del 7,3% y para julio el consenso de analistas no esperaba más que una subida del 4,3%, con lo que la subida sorprende. Y para bien.
Los analistas señalan que este auge es además consecuencia de una mayor actividad comercial en la industria automovilística. Tanto en coches como en camiones. Se trata de noticias especialmente amables dado el papel que la automoción tiene como uno de los grandes motores de la economía de EEUU.
Salesforce se dispara
En lo corporativo, el foco va para el desarrollador de software Salesforce.com. Tras conocerse que pasará a formar parte del índice Dow Jones, unas cuentas más holgadas de lo que vaticinaba el mercado ha terminado por prender la chispa de las alzas en el valor, que alcanzó el 20% de crecimiento.
La compañía tecnológica radicada en San Francisco ha publicado un beneficio de 2.625 millones de dólares en su segundo trimestre fiscal. Eso se traduce en unos 1,44 dólares ajustados por acción, que superan con holgura los 67 centavos que preveían los expertos.
Tiffany aplaza la opa de LVMH
Distinto rumbo es el que tomaron las acciones de Tiffany & Co. La firma de joyería cedió un 0,45% tras haber solicitado una prórroga de tres meses para que se haga efectiva su incorporación al grupo de lujo LVMH. Con la activación de esta cláusula, la operación valorada en 16.200 millones de dólares se retrasa hasta el 24 de noviembre de 2020.
Mientras tanto, Apple subió por encima de los 500 dólares por acción después de que los analistas de Wedbush han elevado su precio objetivo hasta los 600 dólares desde una cota previa de 515 'billetes verdes'. La cota que le marca la firma de inversión es la más optimista dentro del consenso de analistas recogido por FactSet. El analista que justifica esta subida de previsiones señala que mientras las tendencias de consumo permanecen inciertas, la de Cupertino encara "una oportunidad única en esta década" para potenciar su negocio.