El precio de las acciones ha regresado a donde estaba hace un mes, justo cuando advertíamos de problemas a la vista si no cambiaba de rumbo. Acumula una reacción alcista de casi el 30 por ciento desde los mínimos del pasado lunes 3 de agosto.
Pero lamentablemente todavía no podemos cantar victoria porque tenemos por delante la media móvil que pasa actualmente por los 2,55 euros y nos enfrentamos a la ahora zona de resistencias entre los 2,30 y los 2,63 euros en los que estuvimos atrapados desde finales del mes de junio hasta mediados de julio.
La parte positiva está en que esta subida no se está haciendo con un volumen extremadamente decreciente sino mucho menos acusado y en niveles altos lo que da a pensar que la entrada de inversores tienen vocación de permanencia.
Sobre todo tras ver que la reacción desde los mínimos del lunes pasado está dejando claro que el soporte en torno a la zona de los 1,80 euros queda fortalecido.
Por todo ello, la forma de actual ante los precios actuales va a depender mucho de la filosofía de inversión que quiera tomar con el valor: especulativa o de largo plazo.
Para la primera opción aparentemente ya ha hecho tarde puesto que estamos rozando el 30 por ciento de revalorización desde que comenzase este mes de agosto mientras que para la segunda opción no hemos hecho tarde todavía.
Lo único que ocurre es que estamos obligados a partir la entrada en el valor en varias veces puesto que nos encontramos ante importantes resistencias en el camino que pueden hacer que se inicie una recogida de beneficios en cualquier momento.
Es por ello, que lo ideal sería esperar a entrar con el paquete más importante con cotizaciones por encima de los 2,63 euros pero mientras esperamos a ello ya tomamos una cuarta parte de la posición, solo un 25 por ciento del importe a invertir para estar presentes en IAG si no lo estamos ya de antes, dejando el otro 25 por ciento para atender a una posible corrección que lleve la cotización de nuevo a la zona en torno a los 2,05 euros.