Sniace inicia la cuenta atrás para su retirada definitiva del parqué. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha acordado la exclusión bursátil de sus acciones a partir del cierre del próximo lunes 13 de julio. Ya permanecían suspendidas desde mediados del pasado febrero.
La CNMV ha tardado nueve días en admitir la petición que el pasado 1 de julio realizaba la administración concursal de la compañía, en proceso judicial de liquidación. Este es el motivo por el que el supervisor ha dado su visto bueno a la retirada de Sniace del parqué, de manera que ya no tendrá que asumir los costes de permanencia como compañía cotizada en la bolsa española.
Con este movimiento se da un paso más hacia la amortización total de las acciones del grupo a razón de cero euros para compensar pérdidas acumuladas. Su última sesión en el parqué marcaron un precio de 0,046 euros, mientras que su valor nominal es de 0,1 euros, según consta todavía en los registros de la CNMV.
La cotización de las acciones de la compañía quedó suspendida al conocerse que la compañía entraba en proceso de liquidación por la ruptura de los contratos de arrendamiento y gestión de la fábrica de Torrelavega por parte de Cogen. Un cambio de normativa gubernamental en torno a la retribución de la cogeneración eléctrica precipitó la salida de este socio y la inviabilidad de la compañía en los términos en los que su negocio estaba planteado.
A la búsqueda de comprador
Un grupo de accionistas minoritarios de Sniace, junto con miembros de la antigua cúpula directiva y representantes de los extrabajadores de la compañía, están trabajando en atraer inversores que quieran hacerse con la fábrica de Torrelavega y sus activos de producción.
En este sentido, se aseguraría la continuidad de una planta histórica, con casi un siglo de trayectoria, a la par que los accionistas podrían recibir alguna compensación por la pérdida de su inversión.
Aquí conviene señalar que los accionistas son los últimos en el orden de prelación para resarcirse de pérdidas en un proceso de liquidación, por detrás del resto de acreedores de la compañía. En este sentido, es muy difícil que puedan llegar a recibir algo por sus acciones.
No obstante, siguen maniobrando para conseguir el mejor de los desenlaces para Sniace y que sus derechos sean correctamente atendidos en todo el proceso concursal, tal y como ha publicado este portal.
Como parte de sus reivindicaciones, las minoritarios han exigido la publicación de las cuentas de la compañía correspondientes al ejercicio 2019, que se fueron retrasando hasta que el juez que intruye la quiebra de la compañía autorizó que no vieran la luz. En opinión de este grupo y su representación legal, la liberación de este balance podría contribuir a que las ofertas por los activos de Sniace fueran más ajustadas y ambiciosas, al contener información mas actualizada sobre la todavía cotizada.