Una de las cuestiones que más inquieta a los inversores y a los empresarios es si la economía se va a recuperar rápidamente tras el parón provocado por la cuarentena o si, en cambio, la recuperación va a ser lenta.
Los economistas tradicionalmente se refieren con letras a la forma a la que se asemeja la recuperación económica, pudiendo ser entre otras, en forma de V, U o L.
Mientras que la recuperación en V supone una fuerte caída con una rápida recuperación económica posterior, como sucedió a la economía americana en la crisis de 2008, la recuperación en U supone una fuerte caída, un periodo más largo de estabilización y una posterior recuperación -como lo sucedido en las economías del centro de Europa en 2008-. En cambio, la recuperación en L sería similar a lo acaecido en Grecia ese mismo año y los posteriores: una fuerte caída y una estabilización posterior, pero sin casi recuperación.
En la situación actual, la forma que adopte la recuperación dependerá principalmente del tiempo que tardemos en volver a una situación si no de normalidad, al menos, de seminormalidad.
No es lo mismo que este septiembre la mayoría de las empresas esté operando bajo esta nueva seminormalidad, a que esto se produzca dentro de un año. Más aún teniendo en cuenta que puede ser más costoso para algunas empresas operar al 30% de su capacidad que permanecer cerradas, por sus elevados costes fijos.
La recuperación más plausible es en forma de U, con un lento regreso a la normalidad, especialmente en los sectores de ocio y turismo
Actualmente, la recuperación en V, que implicaría una vuelta rápida al consumo anterior por parte de la población, prácticamente se ha descartado. Salvo que se encuentre una vacuna en los próximos tres meses, o que milagrosamente el virus reduzca de manera drástica su tasa de contagio.
La recuperación más plausible es en forma de U, con un lento regreso a la normalidad. Especialmente en los sectores de ocio y turismo, con un impulso claro al sector digital. Este es el escenario por el que están apostando las bolsas, habiendo recuperado parte de las fuertes caídas iniciales, principalmente apoyadas en las grandes empresas de la economía digital, como son Alphabet (Google), Facebook o Amazon, entre otras.
El peor escenario sería el de la recuperación en L, provocado por el repunte de las infecciones tras el proceso de reapertura, que obligase a nuevos confinamientos. Esto sería catastrófico para la economía, retrasando la recuperación años, y provocando profundos cambios en los gustos y comportamientos de los consumidores a largo plazo.
***Antonio Aspas es socio de Buy & Hold.