La búsqueda de oportunidades para arañar rentabilidad de unos mercados extremadamente volátiles ha acercado a muchos inversores al análisis técnico. Una de estas herramientas es el indicador Ichimoku, desarrollado en Japón a finales del siglo pasado. Mónica Triana García, analista de Estrategias de Inversión, explica sus claves.
La experta señala que el Ichimoku “permite tener mucha información de un solo golpe de vista” gracias a la forma en la que está diseñado. En este sentido, subraya que permite “ver si la tendencia es alcista o bajista y si tiene cerca alguna de las líneas que funcionan como soporte o resistencia”. En definitiva, “mucha información técnica que después se puede utilizar para tomar decisiones de inversión”.
De cara a las estrategias de corto plazo en las que los inversores buscan ganar aprovechando la volatilidad desatada, Triana señala que “lo primero que le pedimos es que el precio esté por encima de la nube, continuando con la dirección que el indicador marca y apoyándonos en zona de soporte y resistencia que siempre vamos a tener en los gráficos y que nos pueden definir puntos de entrada”.
En este sentido, la analista apunta que únicamente usando este indicador japonés y la media de 200 sesiones se pueden marcar “posibles entradas y salidas” de un valor concreto. “Lo que se le pide para entrar es que el precio y la línea Ki-Jun estén por encima de la nube”, concreta la experta. En cuanto a la salida, comenta que se pueden elegir distintas opciones “según se sea más o menos conservador”.