Hay una regla no escrita en la Reserva Federal (Fed) que afirma que los tipos de interés no se suben antes de las elecciones para no generar incertidumbre en la economía y no influir en el voto de los ciudadanos. Una vez más se ha cumplido y la entidad ha decidido mantener sin cambios su política monetaria, con los tipos anclados en una horquilla entre el 0,25% y el 0,5%.
La entidad reconoce que los motivos para subir los tipos de interés "se han fortalecido", pero prefiere esperar "hasta que haya más evidencia de un progreso continuado hacia los objetivos". Estos objetivos son llevar la inflación hasta el 2% y maximizar el crecimiento y el empleo. Sin embargo, esta decisión ha generado un fuerte debate dentro de la entidad. Hace casi dos años que no había tanta discrepancia entre los miembros de la Fed, hasta el punto de que tres de los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) votaron a favor de subir los tipos en esta reunión en 25 puntos básicos. Fueron Esther L. George, Loretta J. Mester y Eric Rosengren. Los otros siete miembros votaron a favor de mantener los tipos sin cambios. En definitiva 7-3, un marcador muy ajustado.
Los miembros del FOMC no dudan en reconocer la mejoría de la economía estadounidense. En primer lugar por que "el mercado laboral ha seguido fortaleciéndose" y "el crecimiento de la economía ha repuntado desde el ritmo modesto que mostró en la primera mitad del año". De hecho, la presidenta de la Fed reconoció que las mejores condiciones del mercado laboral "están atrayendo a más trabajadores", lo que refleja que la economía "tiene un margen de crecimiento mayor", del que se esperaba, lo que son "buenas noticias".
Sin embargo y pese a estos avances, los miembros de la entidad anticipan ahora solo una subida de tipos para este año, por las dos que estimaba en junio y las cuatro que anticipaba al inicio del año. El tiempo pasa y ya solo quedan dos reuniones este ejercicio, la que celebra la misma semana de las elecciones en EEUU y la de diciembre. Todo parece indicar a que la entidad esperará hasta diciembre, ya que es reunión con rueda de prensa de su presidenta y con actualización del cuadro macroeconómico.
Despacio pero seguro
En sus proyecciones, la Fed estima una subida de tipos sensiblemente más lenta de lo que esperaba en junio. De cara a 2017 anticipa solo dos alzas, lo que llevaría al precio del dinero a acabar el año en una horquilla entre el 1% y el 1,25%. Hace sólo nueve meses la entidad esperaba que los tipos ya estuviesen en este nivel a la vuelta del verano y ahora creen que tal subida no llegará hasta finales de 2017.
Según el cuadro de puntos, a finales de 2018 los tipos todavía seguirán por debajo del 2%, mientras que en junio esperaban que para finales de ese año ya estuviesen en el 2,5%. En definitiva, la entidad está dibujando una subida todavía más lenta de los tipos de interés.
Un ritmo que contrasta con el buen ritmo de la inflación. Como en cada reunión de septiembre, la Fed ha incorporado un año más a su cuadro de proyecciones macroeconómicas, incluyendo ya 2019. Las previsiones para ese año confirman que los miembros de la entidad consideran que la inflación también estará en el 2%, en su objetivo, y que la tasa de paro se mantendrá en el 4,6%.