Ha sido el semestre con mayor actividad en cinco años. Entre enero y junio, más de 889.000 inmuebles cambiaron de manos, un 4,8% más que en el mismo periodo de 2015 y la mejor cifra desde 2011, según los datos extraídos del último recuento del Instituto Nacional de Estadística (INE) a partir de datos de los registros de la propiedad. Pese al repunte, las cifras todavía se encuentran un 39,8% por debajo del pico máximo alcanzado en 2007, según el mismo informe.
El semestre se cerró con 151.447 transmisiones en junio, un 3,3% más que el año pasado. La mitad de esa cifra fueron compraventas de propiedades, un 25% donaciones y herencias, en tanto que otra cuarta parte fueron inmuebles transmisiones sin título de adquisición, dación en pago, ejecuciones hipotecarias y adjudicaciones judiciales, según explica el INE en su informe.
A la cabeza se situó Andalucía con el 16% de las operaciones, seguida de Cataluña con el 13,9%, Comunidad Valenciana (13,2%) y Madrid, con el 11%. Entre las cuatro comunidades agruparon el 54% de las operaciones ante el registro, con una fuerte presencia en los números de la segunda vivienda y de costa, según los expertos.
Entre los factores que señalan el regreso de la liquidez al ladrillo - entendiéndola como la capacidad para realizar la venta de un inmueble- se encuentra el escenario de bajos tipos de interés, el aumento de la financiación bancaria al sector inmobiliario y la recuperación del apetito inversor, que se han convertido en dos de los principales impulsores de un sector marcado por la crisis.
El mercado residencial o minorista sigue así la estela de los grandes fondos e inversores especializados en propiedades, que, al cierre de 2015, firmaron transacciones por valor de 13.000 millones de euros, cifra récord y un 30% superior al pico de 2007. Muestra de este renovado auge es la reciente venta récord del centro comercial Diagonal Mar por 500 millones de euros de un fondo estadounidense a otro alemán.
“Las perspectivas favorables que estimamos en nuestro informe de febrero se han confirmado durante el primer semestre del año: el sector inmobiliario residencial está consolidando la senda de recuperación iniciada en 2014. (...) La demanda está liderada por las ventas de vivienda usada, que repuntan un 20% y suponen más del 91% de las ventas de pisos”, explican Jesús Amador, analista de Bankinter, en un informe. Gran parte de la oferta que está saliendo al mercado en los últimos años proviene de entidades bancarias.
Sólo el Banco Popular, una de las entidades con el balance más ‘enladrillado’, realizó ventas por valor de 1.000 millones de euros en el primer semestre de 2016. Amador, junto al resto de analistas del banco, constata una ralentización en las ventas de inmuebles nuevos. En este subsector inmobiliario, el ritmo de caída se ha reducido, pero hay perspectivas de un aumento de la actividad en los trimestres venideros. “El hecho de que el stock oficial pueda situarse a finales de este año en niveles inferiores a 500.000 viviendas nuevas por primera vez desde 2007 también será un factor dinamizador para la construcción”, explican.
En declaraciones a Europa Press, el jefe de estudios del portal idealista.com, Fernando Encinar, apunta que el sector “sigue mejorando sus cifras con paso firme”, aunque advierte que mientras algunas provincias crecen a ritmos de dos dígitos, otras mantienen todavía “tendencias bajistas”. En este sentido, Manuel Gandarias, de pisos.com, califica de “normales” los actuales crecimientos de dos dígitos porcentuales, aunque recuerda que éstos se deben a los niveles “tan bajos” sobre los que comenzó 2013.
Pero no sólo se recupera la actividad inmobiliaria, sino que va de la mano de un aumento de precios de la vivienda. En junio, los precios de los inmuebles, tanto nuevos como usados, se elevaron un 1,5% interanual, dos décimas más que en mayo, según refleja el último índice Tinsa IMIE General y Grandes Mercados. En el primer semestre, el repunte se eleva al 2,2% interanual, aunque todavía se encuentra un 41% por debajo de los niveles máximos alcanzados por el indicado en el pico máximo de la burbuja inmobiliaria en España.