Atresmedia, RTVE y Mediaset destinaron un total de 202,9 millones de euros en el ejercicio 2022 a financiar películas y series europeas, según los datos recopilados por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Una cifra que permite a las tres compañías cumplir, en términos generales, con el mínimo exigido por la Ley General de Comunicación Audiovisual. 

Según los expedientes consultados por EL ESPAÑOL-Invertia, los tres grupos audiovisuales enviaron a finales de marzo de 2023 a la CNMC su informe de cumplimiento de la norma que les obliga a destinar el 5% de los ingresos del ejercicio anterior (6% en el caso de RTVE) a la financiación anticipada de la producción de obras europeas. 

Durante los meses posteriores, el regulador ha revisado y corregido los informes emitidos por los tres grupos audiovisuales. Un proceso tras el cual la CNMC ha rebajado la inversión computable a la hora de determinar si estas tres compañías han cumplido o no con sus obligaciones de financiación. 

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En concreto, Atresmedia comunicó a la CNMC que en 2022 destinó 103,7 millones de euros a obra europea, de los que el regulador sólo ha computado 94,9 millones de euros. En el caso de RTVE, su informe de cumplimiento recogía 60,7 millones de euros de inversión, frente a los 60,4 millones reconocidos por el regulador. 

Por su parte, Mediaset informó a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia que había destinado en el ejercicio 2022 un total de 52,8 millones de euros a financiar películas y series europeas. De esta cifra, sólo se han computado alrededor de 47,6 millones de euros. 

Cumplimiento

Con estos datos, los tres grupos han cumplido con los niveles exigidos de financiación anticipada de obra europea en 2022. Sin embargo, la ley también impone a los prestadores de servicios audiovisuales exigencias más concretas en función del tipo de producción o el idioma de la obra.

Así, por ejemplo, Atresmedia no ha dado cumplimiento a la financiación anticipada de películas cinematográficas en 2022, según los cálculos realizados por la CNMC.

Sede de la CNMC

Por el contrario, RTVE y Mediaset sí alcanzaron los volúmenes exigidos para dicho ejercicio, pese a que no lo hicieron en 2021. Estas compañías han podido compensar el déficit de inversión de entonces con el excedente generado en 2022. 

En el caso de las otras tres variables analizadas (la financiación anticipada de la producción de películas en alguna de las lenguas oficiales en España, de películas de productores independientes y de series), los tres grupos superan el examen de la CNMC.

En el caso de los tres operadores, el regulador no ha computado toda la inversión declarada por las compañías al considerar que algunas de las obras no cumplían las condiciones exigidas o la inversión no estaba acreditada correctamente.

De hecho, este ha sido, en ocasiones, motivo de conflicto entre las dos partes. Por ejemplo, Atresmedia recurrió ante la Audiencia Nacional el expediente del ejercicio 2021 al considerar que las inversiones en producciones que luego fueron canceladas deben tener la consideración de gasto computable.

Legislación

Aunque la Ley de Comunicación Audiovisual se cambió en julio de 2022, los aspectos relativos a la financiación de obra audiovisual europea no entraron en vigor hasta 2023 para dar tiempo a adaptarse a los distintos actores afectados por el cambio de la normativa. Por ello, el análisis del ejercicio 2022 se ha hecho partiendo de las obligaciones recogidas en la Ley de 2010. 

La normativa obliga a los prestadores del servicio de comunicación audiovisual a destinar el 5% de sus ingresos de explotación obtenidos el ejercicio anterior a financiar obras audiovisuales europeas, como películas para el cine y la televisión, series, documentales y películas y series de animación. En el caso de las empresas de titularidad pública, este porcentaje aumenta hasta el 6%.

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En concreto, el 60% de la financiación debe destinarse a la producción de películas de cine. El 60% de dicho porcentaje será para obras en alguna de las lenguas cooficiales de España y, a su vez, el 50% de dicho porcentaje irá a obras cinematográficas de productores independientes.

Con la ley de 2022, que incluye a los servicios de streaming, se mantienen los porcentajes de ingresos que hay que destinar a financiar la obra europea. Sin embargo, se aumenta el relativo a las producciones independientes y se incluyen, en algunos casos, obligaciones para financiar obras producidas en lenguas oficiales de las comunidades autónomas u obras hechas por mujeres.