El presidente ejecutivo de EL ESPAÑOL, Pedro J. Ramírez, se ha presentado ante sus accionistas para darles una buena noticia: este diario ya es rentable y “acumula a lo que ya era un éxito periodístico un gran éxito empresarial”. Una situación que se ve cimentada en el gran desarrollo que ha tenido en términos de audiencia e influencia. Todo ello en un escenario en el que “hay una nueva jerarquía mediática” en la que “EL ESPAÑOL ya compite por el liderazgo”.
Durante el último año este diario ha liderado en diez de los doce meses el ranking de audiencia digital desbancando a El Confidencial, que llevaba casi dos décadas de liderazgo indiscutible. Un período en el que también ha ido recortando distancias sobre los legacy media al alcanzar algo más de 17 millones de usuarios únicos, lo que permite a EL ESPAÑOL estar “en el sexteto que disputa la Liga de Campeones”.
Un proceso que ha ayudado a cerrar el ejercicio 2019 con un Ebitda de 1,4 millones de euros, lo que supone multiplicar por cinco las cifras del año pasado; pero también lograr un beneficio antes de impuestos de 420.628 euros, tal y como informó a los accionistas la directora general, Mamen Vázquez.
El nuevo consejo
Una solidez financiera que va a permitir a EL ESPAÑOL afrontar el futuro con tranquilidad, y dar la batalla por la audiencia y la influencia. “Como siempre he venido diciendo, la audiencia sólo tiene sentido si va acompañada de la influencia propia del periodismo de calidad”, ha explicado Ramírez a los accionistas. Un contexto en el que se enmarca la compra de Invertia, adquirida a Telefónica tras una subasta en la que se presentó una “oferta valiente y competitiva que resultó ganadora”.
Precisamente para ahondar en ese periodismo de calidad que genera influencia, los accionistas de EL ESPAÑOL han aprobado este miércoles la composición del nuevo Consejo de Administración. Un órgano de gestión renovado al 50%, al que se suman figuras de prestigio como Gregorio Marañón, Juan Abarca, Rosauro Varo, Clementina Díez de Baldeón, Kilian Revuelta, Francisco López Sánchez y Pablo Grandío.
Un Consejo de Administración que da “un salto cualitativo” que tendrá que afrontar el estudio de “un nuevo Plan Estratégico para los próximos tres años, cuya misión será estimular los valores democráticos de nuestra sociedad y tratar de convertir a EL ESPAÑOL en el líder mundial de la prensa en castellano”, ha explicado el presidente Ejecutivo.
En él jugará un papel clave la evolución de la publicidad, de la audiencia y, sobre todo, de las suscripciones. Un proceso que se ha acelerado durante el confinamiento, como demuestra que otros medios lo hayan puesto en marcha durante estos meses, y del que EL ESPAÑOL “fue pionero”.
De su éxito dependerá, en buena medida, la evolución económica de los medios de comunicación en general, y de EL ESPAÑOL en particular. Es por ello por lo que Pedro J. Ramírez ha reclamado al Gobierno que “no se deje atrapar por la inercia de ese ‘mundo del ayer’ cuando, a la vuelta del verano, tenga que afrontar la trasposición de la directiva comunitaria sobre derechos de autor.
En ella será clave el formato de la negociación de los derechos entre los editores digitales y los agregadores de contenidos, entre los que destaca Google. “Propugnamos un modelo abierto y flexible que permita a cada editor negociar con los agregadores de contenidos, en función de su estrategia de desarrollo empresarial”, ha remarcado Ramírez ante sus accionistas.
Ésa será una cuestión fundamental en los próximos años en el mundo de la prensa, pues sin ella -ha incidido Pedro J.- “la audiencia seguirá pagándose indiscriminadamente al peso”, algo que es fruto “del modelo cerrado del ‘mundo del ayer’ que fomenta el imperio del clic”.
Se trata, en definitiva, de “apostar por el periodismo de calidad”, y de que se permita que España deje de ser el único país desarrollado en el que no opera Google News, que es “el principal quiosco virtual del mundo, en el que sólo tienen cabida publicaciones con valor añadido”.
Evolución de la audiencia
Planes de futuro que, sin duda, vendrán marcados también por la evolución de la pandemia del coronavirus. El confinamiento de los últimos meses ha hecho que el interés por la información se dispare, lo que ha provocado que EL ESPAÑOL haya tenido picos de audiencia superiores a los 22 millones de visitantes únicos, según Comscore.
Estos tres meses en los que la población ha estado confinada, han supuesto “un golpe letal para las crepusculares ediciones impresas” de los grandes diarios. Sus lectores han ido trasladándose hacia las ediciones digitales, lo que ha supuesto que muchos de los lectores más tradicionales hayan cambiado sus costumbres.
Ese aumento de la digitalización se ha podido comprobar en los últimos datos de audiencia ofrecidos por Comscore correspondientes a junio. En ellos se ha visto cómo EL ESPAÑOL ha sido el diario que mejor ha resistido la caída de audiencia provocada por la llegada de la nueva normalidad. Un retroceso del 7% situándose en casi 19 millones de visitantes únicos.
No sólo eso. EL ESPAÑOL, con menos de cinco años de vida, ha superado en audiencia procedente de dispositivos móviles a El País, y en comunidades como Andalucía y Canarias la audiencia total de este diario ya supera a El País y en dispositivos móviles supera también a El Mundo.
Todo un reflejo de que estamos asistiendo al "ocaso de un escenario mediático y al nacimiento de uno nuevo con otras normas y otra jerarquía en la que EL ESPAÑOL compite ya por el liderazgo”, ha insistido el presidente ejecutivo ante los accionistas de la compañía.
Un futuro brillante y prometedor el que está por venir, que vendrá -sin duda- marcado por cómo evolucione la pandemia del coronavirus.
Un escenario de “preocupación”, sobre el que Pedro J. Ramírez ha expresado su “confianza” en los profesionales e investigadores de la industria farmacéutica, la sanidad pública y privada y las empresas de tecnología de la salud logren encontrar cuanto antes medicamentos que frenen el virus, “doten de medios a los hospitales para combatirlo y obtener una vacuna que nos inmunice”.
Pedro J. Ramírez se ha mostrado convencido de que “la humanidad terminará ganando esta batalla”, aunque ahora también corresponde a los grandes partidos “encauzar” el impulso de colaboración y solidaridad de los últimos meses para amortiguar la crisis sanitaria y acelerar la recuperación económica. “No es momento ni de maximalismos ni de trincheras”, ha sentenciado.
En definitiva, ha dicho: “Los partidos que ocupan el espacio constitucionalista deben buscar el acuerdo, y si no lo tienen, buenas serán treguas” que permitan aprobar los Presupuestos Generales del Estado que deben servir de base para que España tenga acceso a los 140.000 millones de euros que Europa entregará para la reconstrucción del País.