Carlos Slim vuelve a hacerse fuerte en Prisa. Hace una década se especuló con el interés del magnate mexicano de hacerse con el control del editor de El País, aunque finalmente terminó diluyendo su participación a medida que Juan Luis Cebrián fue apartando de la gestión de la compañía a los herederos de Jesús de Polanco, con quien cultivó una estrecha amistad.
No obstante, diez años después vuelve a ganar terreno tras declarar este lunes 30 de septiembre que una de sus sociedades patrimoniales Inversora de Carso S.A. un 4,3% de Prisa. Según ha declarado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) el mayor porcentaje para Slim en esta década, desde que en 2014 bajara al 3,2% y en 2014 se quedara en el 2,4%.
Las fuentes del mercado indican que el interés de Slim es meramente financiero, aunque la verdad es que su ingreso -tras adquirir más de un 1% a IGM, fondo de inversiones de Qatar, propiedad de Khalid Thani Abdullah Al Thanis y miembro de la familia real qatarí- puede ser un elemento que decante la lucha interna que hasta el momento mantiene el presidente no ejecutivo Javier Monzón y Amber, primer accionista de la compañía.
¿Monzón o Amber?
Este viernes 4 de octubre Javier Monzón debe declarar por su imputación en el caso Púnica, con Amber y HSBC pidiendo su salida para no perjudicar la imagen corporativa de la compañía. No obstante, en su defensa indican que la investigación apenas ha comenzado y no se descarta una desimputación, tras lo que quedaría fuera de toda responsabilidad.
Prisa debería haber realizado su consejo de administración mensual, el jueves pasado, pero éste finalmente no se produjo, precisamente a la espera de que se resuelva la situación judicial de su presidente no ejecutivo. Como ya ha contado este periódico, la decisión final de pedir la salida de Monzón está en el consejo, y en él, Amber no tiene mayoría.
En este punto se desconoce la vocación de Slim: si querría mantener el equilibrio, el statu quo y que la gestión no se viese afectada por la salida del presidente no ejecutivo, o, por el contrario, si apoyaría la salida de Monzón. En Prisa no descartan incluso que en el mediano plazo Slim pudiese tener un asiento en un consejo salpicado de independientes, desde donde podría influir en esta lucha.
La clave está en saber si se uniría con los inversores españoles: Santander y Telefónica, que no quieren que el principal grupo editor de medios del país esté controlado por un fondo como Amber (29,7% del capital), o si apoyaría al principal accionista de la compañía.
Reencuentro con Realia
Otra de las “sorpresas” que se encontrará Slim en Prisa es la participación del 1% de Polygon, un viejo conocido del magnate en Realia. Polygon declaró a comienzos de mes que entraba en el editor de medios, solo cuatro semanas antes que el empresario mexicano.
Polygon mantiene una guerra con Slim en Realia. La firma de inversión británica (que cuenta con un 8% de la compañía) mantiene un conflicto abierto con su principal accionista, el magnate mexicano, Carlos Slim, que controla a través de FCC y su vehículo Inversiones Carso más del 70% del capital social de la empresa inmobiliaria.
El fondo está convencido de que el inversor mexicano no está valorando de forma correcta la compañía. El objetivo de esa presunta rebaja del precio de los activos sería hacerse con el control de Realia "a precio de ganga", según indica la firma anglosajona.
Frente a la coincidencia de que vuelvan a participar en la misma compañía en España, desde las partes se quita hierro a la situación y se advierte que es “solo coincidencia” y que solo les une el interés por rentabilizar sus inversiones en una compañía como Prisa con “gran potencial de crecimiento” y un precio muy por debajo de su valoración real. A media jornada del lunes Prisa cotiza a 1,30 euros.