La cadena de supermercados suiza Migros ha anunciado la venta del turoperador Hotelplan, de la que es su único propietario, para "aumentar el atractivo de su negocio principal para los clientes". El grupo helvético ha decidido así que la compañía de viajes "no encaja en su estrategia".
Migros sostiene en un comunicado que "el negocio de los viajes se ha desplazado hacia empresas de viajes internacionales o especializadas muy grandes, donde el tamaño es crucial". Frente a ellas, a Hotelplan no le sirve ser "la mayor empresa de viajes de Suiza", ya que es "comparativamente pequeña en términos globales".
"Las sinergias con la actividad principal de Migros son limitadas", agrega la compañía en una nota de prensa, recogida por Europa Press.
El grupo de viajes aprovechó los años de la pandemia para posicionarse "aún con más éxito". Así, en 2022 y 2023 logró resultados récord. Sin embargo, Migros ve "mayores oportunidades" de desarrollo para la empresa con un nuevo propietario.
Las unidades de negocio del turoperador, que cuenta con presencia en 229 ubicaciones de 20 países, incluyen el mayor operador turístico de Suiza, Hotelplan Suisse, con las marcas Travelhouse y Tourisme Pour Tous, y la división Volume Tour Operating, el negocio de vacaciones en la playa y escapadas urbanas con las marcas Hotelplan, Migros Ferien y Vtours.
1.500 puestos
Hotelplan no es la única afectada por la decisión de Migros. La cadena de supermercados ha incluido en su plan de venta a Mibelle (cosmética y productos de higiene), SportX (venta de artículos deportivos) y Meletronic (artículos electrónicos). Esta reestructuración implicará la supresión de 1.500 puestos de trabajo.
Con esta decisión, Migros quiere centrarse en su negocio de la alimentación, además de en Banca Migros y la filial de farmacias Medbase. No obstante, queda en el aire el futuro de otras marcas del grupo dedicadas al comercio de artículos de jardinería, bricolaje y otros productos.
La cooperativa también anunció como parte de la estrategia un correctivo de 500 millones de francos (600 millones de euros) que incluye una amortización de 15 millones ligada a un préstamo acordado al empresario austríaco René Benko, cuyo conglomerado Signa, con varios negocios en bancarrota, también ha afectado a las finanzas de uno de los principales bancos de Suiza, Julius Baer, como recoge EFE.