El terremoto de Marrakech hace temblar también el turismo en Marruecos
Esta ciudad es el motor económico del turismo, que ahora teme réplicas del seísmo que tuvo lugar el pasado viernes.
13 septiembre, 2023 03:03La ciudad de Marrakech va recuperando la normalidad tras el violento terremoto de magnitud 6,8 que se originó en la región el pasado viernes. Es el seísmo más grande que ha sufrido Marruecos en el último siglo, con cerca de tres mil muertos, otros tantos heridos y muchas personas que siguen desaparecidas.
Marruecos ha apostado por el turismo de sol, playa, surf, montaña y desierto. Cada turista se deja una media de 1.184 dólares. El turismo es imprescindible para el país, hasta tal punto que el 8% de su Producto Interior Bruto (PIB) se ingresa por este sector, y con ello se puede costear la sanidad, que representa un 6%.
En poco más de una década, Marruecos ha pasado de recibir dos millones de turistas en 1995 a 13 millones en 2019, antes de la pandemia. Sin embargo, se estima que el 3% que tenía que crecer el turismo en Marruecos a lo largo de este año se pierde con este desastre natural.
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Uno de cada tres turistas que viaja a África elige Marruecos como destino. Dentro del país vecino, Marrakech es el motor económico de este sector. Sin embargo, estos días se echa en falta el bullicio tan característico de la primera ciudad turística de Marruecos. Los puestos en las calles siguen ofreciendo recuerdos o comida a los viajeros. Pero muchos turistas se han marchado de la localidad por miedo a posibles réplicas.
De hecho, el terremoto supone un varapalo para su economía, que había conseguido remontar el turismo tras el impacto de la pandemia de la Covid-19. Precisamente, el número de llegadas al aeropuerto de la ciudad roja había aumentado en un 91% en el primer semestre de este año respecto al pasado.
El Gobierno marroquí se focalizó en 2022 en impulsar el turismo, devastado por la Covid-19. A finales de noviembre de 2021, según los datos del Ministerio de Turismo, Marruecos recibió solo 3,7 millones de turistas frente a los 13 millones de visitantes que había registrado en 2019, lo que supuso una pérdida de 50.000 millones de dírhams (4.700 millones de euros) de ingresos en el sector, una de las principales fuentes de divisas.
En ese momento, el 30% de los profesionales del turismo se declararon en quiebra, alertó la Organización Democrática del Trabajo (ODT). Por ello, el ejecutivo hizo un esfuerzo presupuestario para mantener las ayudas al sector y encontrar alternativas.
“No hay turistas. No hay nadie”
Actualmente, tras el extraordinario seísmo y por miedo a las réplicas que se pueden producir en los dos próximos meses, según estiman los sismólogos, los turistas están abandonando la región afectada, una de las más visitadas del país: con la plaza Yamaa El Fna, la mezquita Kutubía, los palacios museos y los jardines. Incluso, algunos de los monumentos también han sufrido la embestida del terremoto, con grietas, fisuras y derrumbes, y permanecen cerrados al público.
Atracciones turísticas como el Palacio Bahia, uno de los monumentos más visitados en Marruecos con 600.000 visitas anuales, permanece cerrado a causa de las grietas producidas por el temblor.
La Fundación Nacional de Museos ya se movilizó para reparar los daños en los palacios construidos con los medios y técnicas de la época, en particular con tierra. El objetivo es abrir para las Reuniones Anuales del Banco Mundial y del FMI, a partir del 9 de octubre.
A pesar de que la catástrofe no causó víctimas mortales en los hoteles, según informó la Federación Nacional de Industria Hotelera, los turistas han adelantado sus viajes, han sido evacuados o se han desplazado a otras regiones.
“No hay turistas. No hay nadie. Nosotros prácticamente somos los únicos que estamos deambulando por la zona. No encontramos a extranjeros en los sitios que paramos a comer, ni haciendo visitas culturales. Lo que sí vemos es que los puestecitos cerca de los monumentos continúan con su actividad”, detalla a EL ESPAÑOL-Invertia María Adelaide, una española a quien el terremoto sorprendió de turismo en el Atlas.
Este grupo continuó la ruta desde Ouarzazate hasta Marrakech. Pero tuvieron que dormir fuera del hotel en la primera población porque se trataba de una construcción de adobe con grietas. A su llegada a Marrakech se sorprendieron que el edificio del alojamiento también estaba afectado, aunque es de nueva construcción y está fuera del casco antiguo, el barrio más dañado.
“Esto está parado”
Igualmente, los guías reciben llamadas de cancelación para viajes ya programados. “Evidentemente, creo que vamos a tener un parón que retrasará el arranque de la temporada al menos un par de meses. Hemos dejado de recibir solicitudes de información para los viajes. Esto está parado. Además, la gente que va a viajar próximamente pregunta”, explica Sonia Gámez, de la agencia viajes española Tubqal Marruecos, Piedra y Arena que acompaña a los viajeros por todo el país magrebí.
Esta agencia entiende la reacción de los turistas. “Estamos recibiendo muchas solicitudes de información de nuestros viajes y ahora hay un parón absoluto. Pero también sería muy frívolo preguntar por un viaje de vacaciones mientras están aumentando el número de muertos por el terremoto”, reflexiona Gámez.
En todo caso, “se recuperará porque es una catástrofe natural, no es un atentado, que genera más alarma social que se alarga en el tiempo”, mantiene Gámez. Así que desde la agencia Tubqal Marruecos animan a las personas a seguir con sus viajes “porque la normalidad está volviendo a las ciudades”, algo diferente que en los pueblos del Atlas.
Precisamente, una de las indicaciones del rey Mohamed VI en la reunión con los ministros el sábado, un día después de que el terremoto devastara la zona, es “animar a los operadores económicos con vistas a reanudar rápidamente las actividades en las zonas concernidas”.