El sector aéreo acaricia la recuperación total en España. Y lo hace con previsiones que mejoran los datos prepandemia. En concreto, en la actualidad hay 219 millones de asientos programados para operarse en nuestro país en verano (de abril a octubre), lo que supone un 3% más que los finalmente volados en el verano de 2019, según los datos más actualizados que maneja la Asociación de Líneas Aéreas (ALA).
Algunas regiones como Canarias, Baleares o Andalucía presentan unas cifras incluso superiores, con un 7,8%, 7,4% y 8,2% respectivamente. Sin embargo, el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas está un 3,1% por debajo de 2019 y el de Barcelona un 7,9% menos. “Están por debajo porque dependen más del turismo de negocios”, señala el presidente de ALA, Javier Gándara, quien avanza que con estos datos, lo razonable es cerrar 2023 con datos parecidos a los de antes de la Covid.
Todo ello gracias a los datos del primer trimestre del año, donde el tráfico aéreo español está por encima de los niveles prepandemia, con unos porcentajes de crecimiento del 2,1% en enero, 2,2% en febrero y en un 0,6% en el mes de marzo.
A pesar de que las previsiones para este verano en España son positivas, desde la patronal de las aerolíneas se ve con preocupación la situación de algunos aeropuertos europeos, como el de Ámsterdam que reducirá vuelos o los de Reino Unido que por “el Brexit están teniendo falta de personal”, señala Gándara.
“Esperamos equivocarnos pero este verano puede que haya problemas en aeropuertos europeos”, vaticina. Las huelgas de controladores franceses también están detrás de estas previsiones.
En el caso de España, la situación es mejor, pero ALA alerta de que “de forma indirecta los problemas en Europa repercutan en España”. Desde la asociación recuerdan que en nuestro país hubo “puntos negros” en aeropuertos como el de Madrid por los controles de pasaportes e incluso en marzo de este año también con pérdidas de vuelos.
Situación que ya se ha corregido. “Lo cierto es que las compañías nos han dicho que la Semana Santa no ha tenido incidencias significativas y esperamos que esto siga siendo la tónica”, asegura Gándara.
Huelga en Francia
Asimismo, existe cierta preocupación con el impacto de las huelgas de controladores en Francia. En los primeros cuatro meses del año se cuentan hasta 94 días de paro en el control aéreo galo, lo que ha provocado una preocupante caída de la puntualidad, que Eurocontrol estima en 9 puntos porcentuales, aunque en aeropuertos más dependientes de los sobrevuelos en Francia, como el de Barcelona, pueden llegar hasta los 20 puntos porcentuales de caída.
ALA ha recalcado la necesidad de que la Comisión Europea exija a Francia que blinde los vuelos que cruzan el espacio aéreo francés para proteger a los pasajeros que son los más perjudicados por las huelgas del control aéreo en Francia. Eurocontrol estima un coste de 8 millones de euros de media al día por cancelaciones y otros 6 millones por retrasos para todas las compañías aéreas europeas.
En total, 476 millones de euros en sobrecostes por los 34 días de movilizaciones entre el 1 de marzo y el 9 de abril. El presidente de ALA ha indicado que los efectos de estos paros están impactando aún más en España, ya que el espacio aéreo francés es un lugar de paso casi obligado para las conexiones entre nuestro país y el resto de Europa.
ALA avisa de que esta situación provoca alteraciones en las programaciones de las aerolíneas y para los pasajeros, además de traducirse en más emisiones de CO2 y pone de manifiesto el negativo impacto de las huelgas en el control aéreo para el sector, los consumidores y el medioambiente.
Por último, desde la patronal de aerolíneas han reclamado al Gobierno que se siga adelante con el proceso de liberalización de torres de control de aeropuertos en España, que la administración pública entre en la Alianza para la Sostenibilidad del Transporte Aéreo (AST) y que se evite la imposición del impuesto al queroseno por el impacto negativo que tendría en el turismo.