Incertidumbre y miedo. Son las dos sensaciones que comparten a partes iguales los turistas internacionales y las empresas turísticas en España. Con el avance de la variante Delta y las recomendaciones de no viajar de Francia y Alemania o el cambio de color de Baleares y Canarias en los semáforos de Reino Unido y Holanda, las reservas se han frenado de lleno y las cancelaciones se han disparado.
La preocupación del sector turístico es tal que hay quienes piensan que esta temporada turística podría ser igual que la pasada. Es decir, un desastre.
“No se va a salvar la temporada. Podría ser peor o igual que la del año pasado”, señala a Invertia Carlos Garrido, presidente de la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV).
En el verano de 2020, España perdió 22,9 millones de turistas entre julio y septiembre con respecto a 2019. Solo llegaron 6 millones porque los vetos de muchos países provocaron el rechazo a nuestro país. Situación que parece que estamos condenados a repetir.
Desde la patronal de agencias afirma que “estas semanas son cruciales y nos jugamos mucho”. Reconoce que ya están sufriendo cancelaciones e incluso ralentizando el ritmo de reservas.
En este sentido, José Luis Zoreda, vicepresidente de la alianza turística Exceltur ya ha advertido del “súbito frenazo” que han registrado las reservas de turistas extranjeros ante la “negativa repercusión internacional de los rebrotes y las tasas de contagio”.
No obstante, desde Exceltur revelan que “no se percibe una gran euforia en la llegada de turistas británicos” a pesar del último anuncio de Londres, que permitirá viajar a todos sus vacunados sin cuarentena a partir del 19 de julio. De hecho, “las reservas (de estos turistas) se han ralentizado un 15% o 20% en estas últimas semanas”.
Aquí cabe destacar que Reino Unido ha devuelto a Baleares al color ámbar en su semáforo Covid, por lo que los ingleses que regresen del archipiélago deberán guardar cuarentena (al igual que ocurre con el resto de España). Un duro golpe que ha profundizado más Tui Holanda al suspender sus viajes a Baleares y Canarias desde este mismo viernes.
Aunque lo que más preocupa son las decisiones del Gobierno de Boris Johnson, ya que Reino Unido es el principal emisor de turistas a España con 18 millones en 2019.
Su ausencia la notan destinos como Benidorm, cuya temporada está en el aire, según el presidente de la Asociación Empresarial Hotelera de Benidorm y la Costa Blanca (Hosbec), Antonio Mayor. De hecho, muchos hoteles siguen sin abrir sus puertas y no parece que lo vayan a hacer hasta el próximo año.
De ahí las presiones de parte del sector que piden mejorar la labor diplomática y comunicativa del Gobierno con estos países para evitar contradicciones entre las medidas de las CCAA y los mensajes "alarmantes".
Confianza en la vacunación
Precisamente la esperanza del Gobierno está en los británicos vacunados que a partir del 19 de julio no están obligados a guardar cuarentena a la vuelta de sus vacaciones; aunque sí deberán hacer frente a una serie de test. “El país seguirá en ámbar, pero los británicos vacunados podrán venir sin tener que realizar cuarentena después”, aseguran fuentes del Ministerio de Turismo.
De hecho, la cifra de conseguir alcanzar los 40 millones de turistas al cerrar el año sigue estando en pie aunque cada vez se antoja más difícil. En lo que va de año, España ha recibido 3,2 millones de turistas, casi un 70% menos que el pasado año en el mismo periodo, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Si bien es cierto, en mayo llegaron 1,3 millones de viajeros coincidiendo con el levantamiento del estado de alarma. Brotes verdes que se diluyen.
Con la decisión de Reino Unido, desde la Asociación de Líneas Aéreas (ALA) creen que el tráfico podría animarse. De momento mantienen la previsión de operar este verano el 58% de los vuelos realizados en el período de 2019. Sin embargo, tiñen la situación de “incierta” ya que todo dependerá de las decisiones restrictivas que se pudieran producir.
En este sentido, algo confiado también se muestra Jorge Marichal, presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat). “Pasados estos primeros días de la quinta ola hay que seguir confiando en seguir recibiendo reservas y consolidar la parte del verano que tenemos por delante”, señala a Invertia. También tiene mucha fe en la vacunación y el pasaporte Covid.
No obstante, es consciente de que “los malos datos de los contagios hacen que la quinta ola frene las reservas con carácter internacional que venían a España. El emisor francés y alemán ralentiza las reservas que poco a poco se venían incrementando”.
El problema es que las previsiones -sin contar con estos anuncios internacionales- no eran ya de por sí muy halagüeñas. Exceltur augura que el tercer trimestre puede cerrarse con una caída del PIB turístico del 34,9% respecto al mismo periodo de 2019.
Ello supondría generar una actividad turística total directa e indirecta de 37.978 millones de euros. Esta cifra supera los 24.301 millones de euros de 2020, aunque son 20.000 millones menos que en 2019.
Estas pérdidas e incertidumbres se traducen en angustia para muchas agencias de viajes que dependen de las reservas de otros países y del turismo de congresos y negocios que, de momento, sigue sin terminar de arrancar a pesar de la prueba realizada con Fitur en mayo. “Me temo que para la segunda parte del verano no vamos a alcanzar ni siquiera el 50% de la facturación”, apunta desde CEAV.
Turismo nacional
Con la incertidumbre que genera el turismo internacional, muchas empresas fían parte de la temporada a los viajes nacionales a sabiendas de que no compensan la caída de los internacionales. La cuestión aquí es ver cómo se están comportando.
Pues según la agencia de viajes online Destinia, el 94% de lo que buscan los españoles para verano es destino nacional. De hecho, el 89% de sus reservas son de españoles, mientras que un 5% es de franceses y el resto se reparte entre distintas nacionalidades.
A nivel de reservas para julio y agosto están todavía en un 17% menos respecto a las reservas de 2019 en estas fechas, con una diferencia de precio por noche de menos 8%.
En cuanto a cancelaciones, en los siete últimos días han aumentado un 7% respecto a los días anteriores. Los cinco destinos con mayores cancelaciones son Ibiza, Mallorca, Gran Canaria, Lanzarote y Tarragona.
Se trata de una cifra baja a pesar de las restricciones que algunas CCAA plantean o los toques de queda por ejemplo de la Comunidad Valenciana. Porque de momento son “restricciones inteligentes” que no afectan tanto a las vacaciones, como afirma a este medio la patronal de Benidorm.
No obstante, también hay que estar pendientes porque aunque el turismo nacional no compensa el internacional si suma en momentos tan delicados como este.
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