Con los vuelos de corto y largo radio bastante restringidos por los vetos entre países y la escasa movilidad entre regiones en España, las hoteleras españolas buscan alternativas para seguir facturando y poder resistir a la pandemia. Y uno de ellos es China, un país donde el turismo doméstico sigue existiendo y está llamado a ser el motor de la recuperación turística en el país. Meliá, NH y Barceló no han dudado ya en apostar por esta región.
Las previsiones para el mercado chino son optimistas. Hay un cambio de tendencias en la demanda de viajes de ocio y de servicios de resorts, que con la pandemia han pasado a ser mayoritariamente domésticos. Además, como vienen avisando desde hace años los expertos, el sector turístico chino es uno de los mercados más importantes del mundo, tanto emisor como receptor.
“La demanda en China sigue siendo buena, aunque es cierto que hay subidas y bajadas debido a los rebrotes que pueden ir apareciendo. No podemos hablar de previsiones a medio plazo, pero sí que el pick up diario, el aumento de reservas diario, es muy alto; algunos hoteles empiezan la jornada con un 10% de ocupación y cierran a más del 50%”, señalan fuentes de Meliá a Invertia.
La compañía hotelera dirigida por Gabriel Escarrer abrió en septiembre el hotel Gran Meliá Chengdu y gracias a la buena marcha del negocio en el país sus planes se mantienen.
Actualmente cuentan con seis hoteles en China y, “en el plazo de dos años, para 2023, esperamos aumentar nuestra presencia en el país llegando a los 10 hoteles”, aseguran. De hecho, se espera que se sume próximamente el Gran Meliá Zhengzhou.
NH y Barceló
Recientemente, Minor Hotels, que ostenta el 94,1% del capital de NH Hotel Group, suscribió un memorándum de entendimiento con Funyard Hotels & Resorts, miembro de la Alianza comercial principal de la empresa inmobiliaria china Country Garden. El citado acuerdo contempla la expansión de sus marcas en el gigante asiático, entre ellas NH.
La nueva joint venture se postula para convertirse en uno de los principales actores del sector en el país. De hecho, durante la firma de la alianza, desde Funyard Hotels & Resorts destacaron el papel que ha jugado la pandemia en “la aceleración del proceso de cambio de la economía china hacia el mercado doméstico”.
China siempre ha sido un destino codiciado para las hoteleras españolas, aunque su implantación allí no es nada fácil. Hace justo un año, Barceló entró en el país de la mano de un socio local, el grupo hongkonés Betterwood, y con una fórmula empresarial poco habitual para la compañía: la franquicia. Lo hizo tras varios años tanteando el mercado y buscando una oportunidad para entrar.
"La pandemia ha hecho que se retrasaran algunos proyectos que estaban en marcha pero nuestro interés por el país se mantiene y confiamos en que, a medida que la crisis sanitaria mejore, surjan grandes oportunidades tanto en el segmento urbano como vacacional", señalan desde la hotelera.
La apuesta por el mercado chino tiene dos grandes objetivos para la empresa. Uno, es conseguir reconocimiento de marca en un país estratégico para desarrollar la expansión de Barceló Hotel Group en el sudeste asiático.
Y el otro es "aumentar la cuota del mercado chino en algunos de nuestros hoteles en destinos de Europa (principales capitales como Madrid, Barcelona, Praga, Roma y Budapest) así como Emiratos Árabes Unidos donde China es un mercador emisor clave con mucho potencial de crecimiento", apuntan.
También para destinos como Sri Lanka y Maldivas donde Barceló Hotel Group todavía no tiene presencia, pero tiene previsto abrir cuatro hoteles en 2021.
Caída de pernoctaciones
Y mientras China se postula como una de las pocas alternativas viables para el sector turístico en plena pandemia, los datos hoteleros en España solo constatan el drama que vive la industria.
Las pernoctaciones en establecimientos hoteleros alcanzaron las 91,6 millones en 2020, lo que supone un desplome del 73,3% respecto a 2019, su mayor descenso de toda la serie histórica, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
La crisis sanitaria y las restricciones adoptadas por el Gobierno y las diferentes comunidades autónomas a partir de marzo, cuando se declaró la pandemia de la Covid, han llevado a este indicador a un descenso histórico, y todo ello a pesar de que el precio medio de los hoteles bajó el año pasado un 6%, también su mayor caída de la serie.
El hundimiento de las pernoctaciones hoteleras en 2020 se dejó notar tanto en las realizadas por los extranjeros como en las efectuadas por los españoles, aunque en mucha mayor medida por los primeros, que realizaron un 81,7% menos de pernoctaciones que en 2019, frente al descenso del 57,6% entre los nacionales.
Noticias relacionadas
- Los ‘súper’ de Carrefour absorberán a trabajadores de su división de viajes tras el cierre de 61 agencias
- Makro planta cara a Glovo y Deliveroo: testea una solución “más económica” de ‘delivery’ y ‘take away’ para hosteleros
- Turistas, welcome: el sector turístico confía en que la vacuna reactive los viajes